A pesar de que las últimas estadísticas disponibles reflejan atisbos de reactivación, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) alertó por lo lento que será el proceso de reconstrucción económica en toda la región. Además, advirtió por el desplome que sufrirá nuestro país en 2020.
La crisis económica regional “va a durar más de lo que se pensaba, la recuperación va a tomar varios años y será más lenta que tras la crisis subprime”, por lo que habrá que “mantener políticas macroeconómicas, fiscales y monetarias expansivas”, aseguró la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena. En el caso argentino, el organismo estimó que este año el PIB caerá 10,5%.
En el marco de la presentación por videoconferencia del Estudio Económico 2020 para la región, Bárcena sostuvo que los esfuerzos realizados para mitigar el impacto de la pandemia “no van a ser suficientes”. Por esa razón, pidió un sostenimiento de la inversión pública apoyada en un “fortalecimiento de los ingresos públicos”, en especial con mayores gravámenes a la renta y a la propiedad.
En ese sentido, Bárcena remarcó que la pandemia“está teniendo impactos negativos históricos en lo económico, productivo y social, con secuelas y efectos a mediano plazo sobre el crecimiento, aumentos en la desigualdad, pobreza y desempleo”. Según el informe, América Latina y el Caribe registra su peor crisis económica en un siglo, con una contracción estimada del PIB regional de 9,1%, y de 9,4% en América del Sur, en particular.
Pronósticos negativos
De acuerdo a sus proyecciones, el organismo anticipó que la caída de la actividad será este año de 2,3% en Paraguay; 5% en Uruguay; 5,6% en Colombia; 7.9% en Chile; 9% en México y Ecuador; 9,2% en Brasil; 3% en Perú y 26% en Venezuela.
Debido a este derrumbe, a fines de 2020 el nivel de PIB per cápita sería igual al de 2010. Esto quiere decir que “habría un retroceso de 10 años con un fuerte aumento en la desigualdad y la pobreza”. Con el cierre de 2,7 millones de empresas formales, el desempleo alcanzaría a 44 millones de personas, unas 18 millones más contra 2019.
“La pobreza llegaría a los mismos niveles observados en 2005, es decir, marcaría un retroceso de 15 años, hasta 231 millones de personas, mientras que la pobreza extrema llegaría a los niveles de 1990, lo que implica un retroceso de 30 años (96 millones de personas)”, recalcó el informe. En este contexto, Bárcena infatizó en que “serán necesarias políticas macroeconómicas activas para retomar el crecimiento y promover una agenda de transformación estructural”.