Más allá de lo que dicta un proyecto recientemente aprobado por el Senado, el jefe de gabinete, Santiago Cafiero, aprovechó su exposición en el Congreso para confirmar que los Derechos Especiales de Giro (DEG) que llegarían del FMI serán utilizados para paliar los efectos negativos de la pandemia del coronavirus. Se espera que Argentina reciba más de U$S 4.300 millones por parte del organismo multilateral de crédito.
El senador del Frente de Todos Jorge Taiana le consultó cómo iban a ser utilizado los 4.354 millones de dólares de DEG que llegarían del Fondo Monetario Internacional, un tema que no generó consenso en el oficialismo desde un principio. A la hora de responder, Cafiero afirmó que gastará al menos una parte del dinero en combatir la pandemia y sus consecuencias: “Lo que yo puedo garantizar es que cualquier cosa que se determine va a ser para sostener y promover la actividad y el empleo”. Y agregó que la “definición final será del Presidente”.
A la espera de lo que pase en Diputados, la Cámara de Senadores ya aprobó una iniciativa del Frente de Todos que solicita al ministro de Economía, Martín Guzmán, que los fondos frescos que llegarán del FMI no se destinen al pago de deuda externa, sino para financiar la puesta en marcha de políticas públicas destinadas a resolver los problemas derivados de la pandemia.
El texto solicita que el monto se destine a políticas sanitarias, de reducción de la pobreza, educación, vivienda y generación de trabajo y "no al pago de la deuda por capital, intereses o gastos, que el país mantiene con dicho organismo financiero internacional y/o con otros países englobados en el Club de París". Si bien la iniciativa no es vinculante respecto de las decisiones del Poder Ejecutivo, constituye un mensaje para el ministro Guzmán -mencionado en la letra del proyecto-.
Qué son los DEG del FMI
El DEG fue creado como activo de reserva internacional para complementar las reservas oficiales de los países miembros. En tanto, su valor surge de una canasta de monedas integradas por el dólar de Estados Unidos, el euro, el renminbi chino, el yen japonés y la libra esterlina.
No es casualidad que se haya establecido una nueva asignación de recursos. En 2009, se acordó el otorgamiento de U$S 262.340 millones en DEG para afrontar la crisis financiera mundial derivada de hipotecas y créditos “subprime”.
“El DEG no es ni una moneda ni un activo frente al FMI, más bien representa un activo potencial frente a las monedas de libre uso de los países miembros del FMI. Los tenedores de DEG pueden obtener estas monedas a cambio de sus DEG mediante dos operaciones: primero, la concertación de acuerdos de canje voluntario entre países miembros y, segundo, la designación, por parte del FMI, de países miembros con una sólida situación externa para que compren DEG a países miembros con una situación externa poco firme. Además de su función de activo de reserva complementario, el DEG sirve como unidad de cuenta del FMI y de algunos organismos internacionales”, sostiene un documento del organismo.
De esta forma, además de los U$S 3.350 millones que les corresponden como mínimo, la Argentina podría acceder a montos mayores si acuerda con países que no usarán esa mayor asignación, como los europeos, Estados Unidos, Canadá, China y Japón.
El valor del DEG se publica diariamente en el sitio del FMI, la canasta de monedas se revisa cada cinco años y la última revisión fue en octubre de 2016, cuando se incluyó al renminbi chino.