Mientras el mundo se cierra y avanza en la generación de valor, el complejo sojero argentino reprimariza. El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, las exportaciones del poroto de soja sin procesar desde que arribó al país la pandemia se incrementó en un 50 por ciento, mientras que los despachos de harina (uno de sus principales derivados) se contrajeron 10 por ciento. Todo eso en un contexto de cosecha record para la oleaginosa y precios a la baja, lo que redunda en menores ingresos producto de la reprimarización de las exportaciones.
El presidente Alberto Fernández, al hacer alusión a la importancia de contar con una empresa testigo en manos del Estado como es el caso de Vicentin, había sostenido que en el actual contexto la apuesta tiene que ser agregarle valor a los alimentos. "Producimos más alimentos para animales que para humanos", fue la comparación que utilizó el mandatario, haciendo referencia a que uno de los principales rubros exportables del país es el pellet de soja, un elemento residual de la extracción del aceite, que sirve para el engorde de ganado vacuno principalmente.
La idea de convertir al país en el "supermercado del mundo" ya había sido expresada por el ex presidente Mauricio Macri. Su política fue exactamente la contraria. Le quitó en un principio retenciones a las materias primas y, ahogado por la deuda tomada en los primeros dos años y medio de gestión, cuando las restauró lo hizo uniformemente también a la industria y los servicios. El resultado de la gestión Cambiemos fue que la economía se reprimarizó y, con la pandemia, la tendencia no sólo no logra revertirse sino que se profundizó por las medida aduaneras de grandes compradores, como China.
El informe de la Bolsa rosarina detalla que, entre marzo y junio, las exportaciones de poroto de soja sin procesar se incrementaron 48,3 por ciento en términos interanuales, al pasar de 2,7 millones a 4,1 millones de toneladas. Por su parte, los embarques de harina se contrajeron 10 por ciento el pasar de un volumen total de 10,7 millones de toneladas entre marzo y junio de 2019 a 9,7 millones toneladas en similar lapso este año.
"Desde principios de abril, momento en el que comienza a generalizarse la cosecha de la soja en zona núcleo, la industria lleva las de perder contra las exportación del poroto sin industrializar, medido en la capacidad de pago en el mercado interno de uno y otro sector. Esta diferencia llegó a un máximo de 10 dólares por tonelada en la última semana", explicó el informe de la BCR.