Frente a las restricciones producidas por el confinamiento a causa de la pandemia, las empresas de comida rápida tuvieron un año complicado como le sucedió al resto de las actividades. Las multinacionales dedicadas a este tipo de gastronomía como Starbucks, Burger King y McDonald's, además de las más pequeñas, salieron a pedir ayuda en los respectivos países.
El titular de la Cámara Argentina de Establecimientos de Servicios Rápidos, Marcelo Rojas Panelo, comentó en una entrevista con La Nación que en el balance de 2020 terminaron con una caída del 50% en las ventas.
En esta misma línea, desde la mexicana Alsea, la cual es dueña de Starbucks y Burger King, informaron que en el rubro de comida rápida corren riesgo los 50 mil empleados directos. Asimismo, se sumó Rojas Panelo, quien valoró el canal directo que tuvieron con el Gobierno nacional, pero manifestó preocupación por lo que viene en el rubro del fast food.
Por falta de circulación de las personas producto al coronavirus (Covid-19), solicitaron un mayor aforo para los locales y poder llegar a los clientes a través de la digitalización. Para que las fuentes de trabajo no se encuentren en riesgo, será necesario que las empresas cuenten con asistencia económica, apuntaron desde el sector.