Los salarios de una buena porción de los trabajadores formales perdieron contra la inflación en agosto. La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) trepó 3,8% en el octavo mes del año y superó el millón de pesos, pero quedó 0,4 puntos porcentuales por debajo de la inflación del mismo periodo.
De esta manera, el indicador rompió una racha de cinco meses consecutivos, cuando registró una suba frente a la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Con el incremento de 3,8% informado por la Secretaría de Trabajo, la remuneración promedio de los trabajadores formales alcanzó los $ 1.032.410,48. Además, esto significa que el RIPTE acumuló un aumento de 113% desde que comenzó el año, frente a una inflación acumulada de 94,8%. Sin embargo, en términos interanuales, el aumento fue de 200%, por debajo de la inflación interanual de 236,7% que se registró en agosto.
Si bien desde el Gobierno aprovecharon en distintas oportunidades los resultados del RIPTE para destacar la aparente recuperación salarial, el indicador ha recibido cuestionamientos de economistas que advierten que no refleja necesariamente lo que ocurre con los salarios formales totales. Esto obedece a las características metodológicas de RIPTE. “Para tal fin, se toman definiciones sobre el empleo y los conceptos salariales que no incluyen a la totalidad del empleo asalariado registrado ni a todos los conceptos salariales que perciben”, señaló la web oficial.
Es que el RIPTE no contempla los nuevos puestos de trabajo sino solo aquellos salarios de personas cuya antigüedad en el puesto es superior a los 13 meses. También que contempla únicamente componentes remunerativos del salario, como topes vigentes para los aportes al sistema de seguridad social.
¿Cuál es la diferencia entre el salario bruto y neto?
El salario bruto es la cantidad total que un empleado gana antes de cualquier deducción, como impuestos, contribuciones a la seguridad social y otros descuentos. Es el salario acordado o estipulado en un contrato de trabajo y representa el ingreso total que el empleado recibe por su trabajo. Por ejemplo, si un empleado tiene un salario bruto de $ 50.000 al año, esa es la cifra antes de que se le resten los impuestos y otras deducciones. El salario neto, en cambio, es lo que realmente recibe el empleado después de todas esas deducciones.
Por otra parte, el salario neto es la cantidad de dinero que un empleado recibe después de que se han realizado todas las deducciones del salario bruto. Estas deducciones pueden incluir:
- Impuestos: como el impuesto a las Ganancias, Bienes Personales y otros impuestos locales.
- Contribuciones a la seguridad social: Incluyendo el seguro de salud y la jubilación.
- Otras deducciones.
El salario neto es, por lo tanto, el monto que el empleado efectivamente lleva a casa y puede usar para gastos personales.