El precio de los alimentos aumentó más de 4 por ciento en los barrios del conurbano bonaerense y se aceleró muy por encima de la inflación promedio que se espera para octubre. Una familia promedio necesitó más de 400 mil pesos para poder alimentarse el mes pasado. Productos clásicos del consumo masivo mostraron subas muy preocupantes, como el incremento de casi el 40 por ciento en la polenta.
Según el relevamiento mensual del Instituto de Investigación Social Económica y Política Ciudadana (Isepci) en los negocios de cercanía de 20 distritos del conurbano bonaerense, un grupo familiar de dos adultos y dos hijos pequeños necesitó $ 414,923,16 para solventar sus necesidades básicas alimenticias, contra $ 398.562,21 de septiembre. (+4,10 por ciento). Un año atrás, en octubre de 2023, la misma familia precisó $ 159.153,96, por lo que la variación llegó a 160,71 por ciento en un año.
"Desde hace varios meses venimos mostrando que la inestabilidad y la consecuente incertidumbre es la característica principal que atraviesan los presupuestos de los hogares de menores ingresos", advirtió el documento. En octubre, de la mano de fuertes incrementos de algunos de los productos de almacén, la canasta de alimentos volvió a acusar importantes subas.
La polenta aumentó casi 40 por ciento
El rubro almacén aumentó 8,86 por ciento. Lo más grave fueron las subas en elementos de consumo extremadamente masivos. Entre otros, la polenta se disparó 36,36 por ciento; el pan 13,64 por ciento; el yogurt 18,18 por ciento; el queso de rallar 13,45 por ciento; y las gaseosas 15,38 por ciento.
A contramano, la verdulería influida por algunas bajas (papas -16,67 por ciento; manzanas -4,55 por ciento; lechuga -11,76 por ciento) tuvo un descenso de 2,03 por ciento. Mientras tanto, los precios de las carnes permanecieron estables.
En todo 2024, los productos de almacén también lideran los aumentos de precios (183 por ciento); seguidos por las frutas y verduras (171,82 por ciento) y las carnes (120,82 por ciento).
"La política de tarifas de servicios implementada a partir de diciembre, que alterna eliminación de subsidios con desregulación, claramente está cambiando los precios relativos entre bienes y servicios, y en consecuencia la composición del gasto de los consumidores. Con ingresos estables de los consumidores, el aumento de la tarifa de luz, prepaga, transporte, etc., en relación a los alimentos, tiene altas chances de influir y alterar la composición de los gastos, léase la canasta de consumo", analizó el informe.
El reflejo inmediato de esta situación signada por incrementos permanentes de servicios indispensables e insustituibles para la vida cotidiana de las familias se expresa en el mayor aumento que en los últimos meses acusa las Canasta Básica Total (CBT) respecto a los valores de la Canasta Básica de Alimentos (CBA). Así, mientras la CBA tuvo en octubre una suba mensual de 4,1 por ciento; la CBT que incluye además de los alimentos los servicios esenciales como tarifas, transporte y comunicación aumentó 4,57 por ciento.
Noviembre y un arranque complicado
La inflación de alimentos fue del 0,7% en la primera semana de noviembre y el índice general del mes superaría el 3%, más de lo esperado para la proyección de octubre, según la consultora EcoGo. El aumento en combustibles (2,8%), tarifas de luz y gas (2,5% у 2,7%), prepagas (5% en promedio), y colegios privados (4,5% en CABA y 3,6% en PBA), junto con la aceleración de los precios estacionales de cara al Cyber Monday y las vacaciones de verano, contribuyeron a acelerar la inflación en la primera semana del mes.
En la primera semana del mes los alimentos registraron un incremento del 0,7%, marcando una leve aceleración respecto la semana previa. Con este dato y considerando un aumento proyectado para las próximas semanas, la inflación en alimentos consumidos dentro del hogar ascendería a 3% en octubre. Incorporando los aumentos registrados en alimentos consumidos fuera del hogar, la inflación de noviembre se ubicaría así en 3,2% mensual.