Una vez resuelta la reestructuración de los bonos emitidos con la ley neoyorquina y los argentinos, el Gobierno deberá negociar la inédita deuda que contrajo el macrismo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ese fue uno de los temas por el que el ministro de Economía, Martín Guzmán, convocó a su par de Desarrollo Productivo y otros funcionarios económicos.
En el Palacio de Hacienda, Guzmán analizó las relaciones del país con el FMI. Participaron Matías Kulfas, Miguel Pesce, presidente del Banco Central, Cecilia Todesca, vicejefa de Gabinete y Sergio Chodos, director por el Cono Sur en el FMI.
Si Economía logra el próximo mes un acuerdo sobre los U$S 65.000 millones títulos públicos suscriptos bajo la jurisdicción estadounidense, podrá lanzar los nuevos el 4 de septiembre, como inicialmente planeado. Los bloqueos de fondos buitre como BlackRock, que corren el arco de forma continua, empantanan las posibilidades.
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Para cuando finalice esta odisea, si la consiguen, el Congreso ya habrá aprobado el proyecto que le habilita a Guzmán ofrecerles las mismas condiciones a los tenedores de deuda local. Se trata de cerca de U$S 20.000 millones en manos de privados.
Como tercera etapa del libro para resolver la crisis deuda deberá negociar con los organismos multilaterales de crédito, entre los que se encuentra el préstamo histórico que el FMI le entregó a Cambiemos y que se licuó en la mayor fuga de capitales desde la crisis de 2001. Este fue uno de los temas que conversaron los funcionarios en el encuentro.
Además de esto, discutieron las medidas que están desarrollando para la post pandemia y también el proyecto de presupuesto 2021, que se debatirá desde mañana en el Parlamento.
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