A contramano del discurso que quiere imponer el Gobierno, la recesión no encuentra piso, el consumo no repunta y en julio se desplomó casi 11% respecto al mismo mes del año pasado. Sin embargo, el dato más preocupante es que las ventas del segmento masivo también se redujeron contra el mes de junio, lo cual refleja la caída del poder adquisitivo de los salarios.
De acuerdo a un informe de la consultora Focus Market, el consumo masivo se derrumbó 10,6% interanualmente y cayó 0,2% respecto de junio. La cantidad de tickets crecieron 2,5 % frente al mes anterior y bajaron 7,9 % frente al año anterior. Las unidades por ticket se redujeron 8,1 % interanualmente a 4,5 unidades por ticket y escalaron 0,7 %a 4,1 unidades por ticket en junio.
Según precisó el documento, el formato de tienda Self-Independiente (autoservicio con menos de tres sucursales) presentó un crecimiento del 0,1% frente al mes anterior ( $ 7.748 de ticket promedio y 5,4 unidades por ticket). Sin embargo, el autoservicio grande retrocedió un 0,5%, con un ticket promedio de $ 7.115 y 4,6 unidades por ticket.
"Mientras las ventas presentan una leve caída en el área metropolitana tienen un leve crecimiento en el interior del país. La canasta de consumo masivo compuesta por alimentos, bebidas, artículos de limpieza y cuidado personal avanzó 2,1% en su variación de precios promedio en el mes de Julio. Por su parte, la categoría bebidas avanza en su consumo luego de caídas en los meses previos", explicó Damián Di Pace, director de la consultora. En detalle, para el área metropolitana la tendencia indicó un retroceso del 6,7 % interanual y 0,8% respecto de junio. Por su parte, en el interior del país -en forma interanual- el consumo masivo disminuyó 12,4% y subió 0,1% frente a junio.
"En los puntos de venta abundan las promociones, ofertas y descuentos para mover stock disponible en almacén de las grandes empresas de consumo masivo. Incluso en las categorías congelados, higiene, cuidado y accesorios del hogar hemos verificado bajas de precios en promedio a los efectos de incentivar las ventas. Varias empresas mantienen sus precios congelados intentando acercarse a una nueva demanda con restricción en el ingreso", señaló el informe al que accedió este medio.
Respecto a los aumentos por rubro de compras, la familia de alimentos tuvo un aumento promedio del 2,3%, bebidas del 2,9 %, cuidado personal 1,7% y limpieza 0,6%. Así, la inflación interanual registró una suba del 237,2%. A contramano, también se registraron, con respecto al mes anterior, categorías con deflación en congelados (-2,6%), higiene (-1,5%), cuidado del auto y hogar (-0,2%), y accesorios del auto y hogar (-0,1%).
Gastar ahorros para vivir
El impacto de la recesión sigue sintiéndose con fuerza en el bolsillo de los argentinos, lo que se refleja en un menor consumo, preferencias por segundas marcas o la utilización de ahorros para afrontar los gastos mensuales, según reveló una encuesta del Observatorio de Expectativas del Consumidor elaborada por la consultora Trendsity.
La necesidad de recurrir a reservas propias de dinero fue expuesta en el reporte privado como un cambio de hábito en ciertos sectores que tenían la capacidad de ahorrar. Así, el informe reveló que “el 57% de la muestra usa sus ahorros para afrontar gastos mensuales”.
El dato aportado por el informe refleja que ya se está dando el escenario anticipado a mediados de julio por el ministro de Economía, Luis Caputo, de que los ahorros, más puntualmente los dólares, tengan que ser destinados al pago de servicios.
El estudio aportó otras variaciones al momento de comprar, advirtiendo que el 58% de los encuestados recortó productos esenciales, mientras que el 54% de los encuestados recorrió varios puntos de venta para encontrar mejores precios.
En esa línea, puntualizó que “el escaneo permanente como estrategia de rendimiento implica comparar más, y en muchos casos, comprar con menor frecuencia: el 51% confirmó esta tendencia. En esta carrera por detectar precios competitivos, el 76% cambió marcas habituales por otras más accesibles”.