El consumo en supermercados vuelve a profundizar su caída durante agosto

Se desploma casi 19 puntos en las grandes cadenas pese a la baja de la inflación. Por qué, más allá de la recesión, al Gobierno le esperan cifras complicadas hasta fin de año.

19 de agosto, 2024 | 14.22

El consumo en los grandes supermercados vuelve a desplomarse en agosto, profundizando la caída que ya había tenido durante julio, en un nuevo mes que transcurre sin la perspectiva de una recuperación para el Gobierno.

Concretamente, y tomando los últimos datos disponibles, las ventas de los supermercados caían un 18,8% interanual en lo que va de agosto, tomando como corte el día 11 del mes, según revelaron a El Destape fuentes de las grandes cadenas.

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Aunque todavía no se conocen los datos intermensuales, lo cierto es que se trata de una baja más profunda de la caída interanual que se había visto en julio. El mes pasado, las ventas en las grandes cadenas cayeron un 16,6% frente al mismo mes de 2023, mostró el último informe de la consultora especializada en consumo Scentia, con lo que la baja de agosto es 2,2 puntos porcentuales superior.

El dato es especialmente preocupante porque parece mostrar que el consumo no repunta pese a la baja de la inflación del último mes, que, con un 4%, no solo fue menor a la del 4,6% de junio sino también la más baja desde enero de 2022. O, visto de otra manera, el consumo no repunta porque la recesión es precisamente la principal ancla antiinflacionaria de Javier Milei y Luis Caputo.

Este panorama poco auspiciante de agosto se agrava porque las consultoras pronostican una nueva aceleración de la suba de precios, que podría ser de un punto más y alcanzar el 5%, según Eco Go. Fundamentalmente, debido a que este mes el Gobierno descongeló las principales tarifas: luz, gas, combustibles y transporte público de colectivos en el AMBA.

El antecedente es malo. En abril pasado, el consumo se derrumbó un 17% intermensual justamente por las subas en los precios regulados, pese a que entonces había comenzado a desacelerarse la caída del salario real. Es decir, la gente debió pasar a destinar una mayor proporción de sus ingresos a pagar boletas y pudo reservar menos resto a la compra de bienes de consumo.

Difícilmente el escenario mejore durante los próximos meses. El último Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), elaborado por el Banco Central a fines de julio, mostró que el sector privado proyecta que la inflación no bajará del 3,6% mensual hasta fin de año.

De hecho, en el rubro del consumo masivo ya dan por sentado que las ventas seguirán mostrando caídas interanuales de dos dígitos hasta fin de año. El consuelo para el Gobierno, que no justifica la recesión actual, es que eso se debe en parte a la alta base de comparación del 2023. "A partir de ese mes arranca la escalera positiva del consumo de 2023, llegando a lo más alto en agosto", dijo al respecto Julián Gómez, director de retail para Latinoamérica de Scentia, en diálogo con El Destape.

Esto tiene que ver, básicamente, con la aceleración de la inflación durante esos meses del año pasado, previo al golpazo de la devaluación post PASO que llevó la suba de precios al terreno de los dos dígitos. Con todo, al Gobierno le esperan comparaciones de las que saldrá desfavorecido hasta fin de año, ya que entre septiembre y diciembre rigió la eliminación de Ganancias y la devolución del IVA para la canasta básica. Esto, sumado al mantenimiento de los Precios Justos, derivó en un inédito aumento del consumo en grandes supermercados en detrimento de los comercios barriales, que durante 2024 volvió a su cauce histórico tradicional.