El 68% de las empresas nacionales que fabrican indumentaria en el país registró una facturación negativa en 2020 respecto de 2019, de las cuales la mitad de ese grupo tuvo caídas mayores al 25%, según un relevamiento de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI).
Para atenuar el impacto de la crisis por la COVID-19, el año pasado acudieron en primer lugar a los programas de asistencia al pago de salarios como el ATP/Repro (en el 35% de los casos); a la postergación, moratoria o refinanciación del pago de impuestos (24%); y a la postergación, refinanciación o reducción de cargas patronales (19%), entre otras medidas.
Casi la mitad las empresas encuestadas dijo estar operando por encima del 50% de su capacidad, mientras que un cuarto lo hace por arriba del 75%, y el cuarto restante está usando menos de la mitad de su capacidad.
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Los datos forman parte de un relevamiento realizado por la CIAI del 7 al 22 enero últimos entre empresas nacionales que fabrican indumentaria en el país, con preponderancia de localización en el AMBA. Según el estudio, las empresas manifestaron que las políticas públicas de mayor utilidad para una recuperación este años serían la financiación para capital de trabajo e inversión productiva (43%), conjuntamente con el impulso a programas de consumo como el Ahora 12 (18%).
Al mismo tiempo, entre sus principales preocupaciones de cara a este año figuran la disponibilidad de materias primas (22%), un incremento de la presión tributaria (17%), una escasa demanda (13%) y el incremento de los costos laborales (12%). Respecto al año pasado, si bien el comercio electrónico creció en 2020, su incidencia en el total de las ventas no supera en promedio el 15% y, en casi dos tercios de los casos (63%) no llegó al 10%.
Por último, el aumento de precios promedio de las prendas de vestir entre diciembre de 2020 y diciembre de 2019 fue, en promedio del 45%.