Como esperaba el Gobierno en su plan de reforzar los ingresos para enfrentar la crisis, la Cámara de Diputados dio media sanción, con 228 votos a favor, 9 negativos y 16 abstensiones, al proyecto de ampliación del Presupuesto 2020. El proyecto ahora giró al Senado para su tratamiento final.
El proyecto autorizará al Gobierno a ampliar las erogaciones por un monto cercano a $ 1,9 billón, con lo que la proyección total de gastos para 2020 superaría los $ 7,3 billones. La cifra representa un incremento del 33% para la totalidad de la partida.
Como miembro informante por el oficialismo, el titular de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller, aseguró que el Gobierno usará "el 80 por ciento de la ampliación presupuestaria" para el pago de planes sociales y programas laborales puestos en marcha para paliar las consecuencias de la pandemia de coronavirus. El legislador anticipó la creación de un fondo de compensación que será destinado a dar continuidad a la prestación del servicio de transporte del interior del país.
La ampliación de los gastos se financiará en parte con recursos de recaudación de impuestos por $ 642.844 millones y el resto con las rentas del Banco Central y uso de fuentes financieras, con lo cual el déficit será de $ 1.216 millones. El proyecto contempla mejorar los recursos del ministerio de Desarrollo Social en $ 55.324,7 millones para la asistencia alimentaria, y las de la cartera de Desarrollo Productivo en $ 215.000 millones.
También se destinarán a la Anses $ 90.000 millones para el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y $ 80.000 millones para el Programa de Atención de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP). Asimismo, ampliará en $ 50.000 millones de pesos el Programa de Emergencia Financiera Provincia creada en abril, para atender la emergencia como consecuencia de la pandemia.
Al mismo tiempo, los legisladores debatían el proyecto de reestructuración de deuda pública bajo legislación de local. Luego de haber recibido algunas modificaciones en el Senado, se espera que haya un amplio consenso que le de el visto bueno.
El Gobierno buscará canjear 29 clases de bonos y letras nominados en dólares por nuevos papeles de ley argentina con vencimiento en 2030, 2035, 2038 y 2041, menú al que se añaden dos bonos con vencimiento en 2026 y 2028, pero nominados en pesos argentinos y ajustados por inflación.
Las condiciones del canje se asemejan a las establecidas en el acuerdo que Argentina ofertó a sus acreedores privados en el exterior. De cerrar los la reestructuración de deuda local, al Gobierno le quedaría comenzar el diálogo de negociación con el FMI, con quien mantiene un pasivo de U$S 44.000 millones.