La Argentina fue eliminada oficialmente de la lista de países en default. La calificadora de riesgo Standard & Poors (S&P) Global, que junto a Ftich y Moody's monopolizan el mercado de rating crediticio, quitó a la deuda de la condición de "default selectivo" como respuesta a la exitosa reestructuración que llevó adelante el país sobre 106.000 millones de dólares en pasivos nominados en moneda extranjera. La firma elevó la calificación a CCC+ con perspectiva estable sobre la deuda soberana de largo plazo en moneda local y extranjera de Argentina para la deuda de ley local e internacional en moneda extranjera.
“Este importante paso hacia adelante brinda la oportunidad al Gobierno de articular un plan más amplio para abordar varios desafíos macroeconómicos pospandemia, negociar un nuevo programa con el FMI y trabajar para enmendar los atrasos con el Club de París”, escribió S&P Global en un comunicado que da el puntapié a las nuevas presiones que el establishment volcará sobre el Gobierno.
Como en un juego de premios y castigos, estas calificadoras (voceras de los principales grupos bancarios y financieros del mundo) van dosificando sus "notas" de acuerdo al grado de cumplimiento de las recetas y medidas que, con sus anteojeras ideológicas, consideran necesarias para una economía de mercado, las cuales suelen resumirse en ajuste fiscal y desregulación de la cuenta capital. "La implementación de medidas fiscales estructurales para revertir el deterioro del perfil fiscal de Argentina también podría respaldar una calificación más alta”, planteó Standard and Poor's.
La calificadora remarcó que la decisión de mejorarle la nota a la Argentina se toma luego de que el país haya concluido sus "complejas reestructuraciones de 66.000 millones de dólares de deuda bajo ley extranjera y más de 40.000 millones en deuda bajo ley local". El informe destaca que se logró "una reducción significativa en cupones y servicio de deuda durante los próximos tres años, que proporciona un importante espacio fiscal”.
"La perspectiva estable de nuestras calificaciones CCC + refleja los desafíos que enfrentan las autoridades argentinas para fortalecer los fundamentos débiles y los desequilibrios en la economía frente al espacio fiscal proporcionado por las diversas reestructuraciones de deuda. Con la compleja reestructuración terminada, esperamos que el Gobierno gire completamente su enfoque hacia iniciativas para impulsar el crecimiento, reducir la inflación, financiar un déficit fiscal aún alto y manejar las presiones cambiarias, entre varias distorsiones macroeconómicas prevalecientes", recomienda la calificadora en su comunicado oficial.