Tras la contraoferta hecha por el grupo de bonistas más duros, el ministro de Economía, Martín Guzmán, criticó la posición de estos acreedores y remarcó que la propuesta argentina es la última que realizará el Gobierno. Además, pidió "buena fe" a los fondos de inversión para que comprendan la situación crítica que atraviesa el país.
A través de un comunicado, Guzmán aseguró que observa "una falta de entendimiento sobre las restricciones que enfrenta la Argentina". Aún así, aclaró: "No vamos a confrontar con nuestros acreedores".
"No vinimos a pelearnos con nadie sino a resolver un problema enorme en el que se dejó a Argentina. Queremos resolver el problema. Fue con esa vocación que hicimos una oferta definitiva que incluyó nuestro máximo esfuerzo", aseguró el ministro. En un comunicado conjunto, el Grupo Ad Hoc de Accionistas de Bonos Argentinos, el Comité de Acreedores de Argentina y el Grupo de Accionistas de Bonos de Intercambio propusieron un canje que eleva los intereses en los primeros años, algo que asfixiaría las probabilidades de pago de Argentina.
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En esa misma línea, Guzmán sentenció: "Acá hay un país. Acá hay familias. Hay personas. Aceptar lo que piden algunos acreedores significaría someter a la sociedad argentina a más angustia, implicaría por ejemplo ajustar jubilaciones, y no lo vamos a hacer". Igualmente, no descartó la posibilidad de llegar a un acuerdo.
"Seguimos esperando que prime la buena fe por parte de los acreedores. Consideramos que la mayoría de nuestros acreedores va a aceptar la oferta", concluyó el comunicado emitido por el Ministerio de Economía.