En otro guiño a la posición argentina, el FMI insistió en que un desacuerdo entre nuestro país y los acreedores no beneficia a ninguna de las partes. En ese sentido, pidió por una reestructuración “reflexiva”.
"Agradezco mucho el compromiso de ambas partes (acreedores y gobierno). El objetivo es reestructurar la deuda de una manera que pueda pagarse. Nadie se beneficia de un país que cae del precipicio de la deuda”, expresó la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, en un evento organizado por el Washington Post.
En esa misma línea, añadió: “El país sería excluido de mercados, el crecimiento sufriría, la gente sufriría, además los acreedores no recuperarán su dinero. En ocasiones, es necesario realizar una reestructuración reflexiva".
Días atrás, el Fondo emitió un comunicado en donde expresó el respaldo a la última propuesta presentada el 26 de mayo por parte del Gobierno a los acreedores, al indicar que es consistente con el restablecimiento de la sostenibilidad de la deuda. Además, consideró que los bonistas deben entender que “existe un margen limitado” para mejorarla.
Asimismo, Georgieva amplió el análisis por fuera de Argentina al indicar que algunos de los países más pobres del mundo y economía de mercados emergentes necesitarían reestructurar su deuda en el futuro. Añ mismo tiempo, agregó que sólo congelar los pagos probablemente no sería suficiente.