En lo que se observa como un singo de recuperación, el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) realizó un informe que muestra un sendero de reactivación para la actividad de la construcción. Luego de la paralización de abril, los indicadores reflejan cifras que estimulan el optimismo.
Es que el Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), luego de tres meses de crecimiento mensual desde mayo, en agosto se contrajo un 0,9% en relación a julio (-17,7% interanual). Pero aun así, el ISAC se encuentra 217,5% por encima del mes de abril y tan solo 1,4% por debajo del último mes de la pre-pandemia (febrero).
Por su parte, el Índice Construya continúo con su "gran dinámica positiva", indicó el documento elaborado por la casa de estudios. En esa línea, detalló: "Desde junio viene creciendo de manera interanual y el último mes no fue la excepción: en septiembre se incrementó un 18,5% en relación a septiembre 2019 y en relación a agosto, creció un 3,8% de manera mensual".
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Luego de la contracción interanual de abril (-33,3%, la más importante registrada), los recientes datos de agosto (caída interanual de -7,1% y - 0,9 mensual) muestran que, si bien se recuperó bastante el nivel de actividad industrial desde el piso de abril, el IPI manufacturero aún muestra una recuperación acotada, todavía sin volver a niveles de la prepandemia (-7,4% en relación a febrero)!, apuntó el informe. En relación al mes de abril, el IPI se encuentra 37% por encima.
Estímulos para la construcción
Tras el envío de los proyectos de ley destinados a promover un blanqueo tributario que genere el ingreso formal de divisas a la construcción, se especula con generar inversiones por un monto superior a los 3.000 millones de dólares. Cabe recordar que el blanqueo fiscal realizado en 2009 obtuvo 4.300 millones de dólares, el de 2013 llegó a 900 millones y en el 2016 unos 117 mil millones.
Uno de los proyectos fija incentivos tributarios para quienes canalicen sus ahorros en inversiones destinadas a la construcción. Serán eximidos del pago del Impuesto sobre Bienes Personales durante dos años y obtendrán crédito fiscal igual al 1% del desembolso. Se propone diferimiento y ajuste al Impuesto a las Ganancias e Impuesto sobre Transferencia de Inmuebles.
A quienes declaren voluntariamente la tenencia de moneda nacional o extranjera y la destinen a la construcción, se les cobrará un único tributo con alícuota creciente en el tiempo y se les concederá un blanqueo fiscal respecto a la eventual omisión de impuestos nacionales sobre esos fondos.
En tanto, el segundo proyecto de ley busca atender el déficit habitacional, facilitando el acceso al crédito hipotecario y protegiendo a los propietarios e inversores ante descalces entre salarios e inflación, con la creación de una Sociedad Hipotecaria.