Los instrumentos en pesos ofrecidos por el Gobierno en el primer semestre brindaron al inversor retornos reales positivos frente a la inflación y al tipo de cambio. Es parte de la estrategia oficial por incentivar el mercado de capitales local para reemplazar la escasez de financiamiento externo, mientras se avanza en el canje con acreedores externos y luego con bonistas con deuda en pesos. Según un informe de la Secretaria de Finanzas, que conduce Diego Bastourre, "estos niveles de tasas de interés se encuentran en línea con la sostenibilidad de la deuda".
Durante el primer semestre del año la inflación acumulada se ubicó en el 13,3 por ciento, con una baja importante producto del congelamiento de la actividad frente a la pandemia de coronavirus. En la primera mitad del año los instrumentos del sector público nacional a tasa fija rindieron 14,7 por ciento, los papeles atados a la inflación (CER) otorgaron una renta de 17,5 por ciento y por Badlar (tasa para depósitos mayoristas) un 21,9 por ciento. En el caso de instrumentos atados al tipo de cambio, la cotización mayorista (Fx "A" 3500) acumuló en la primera mitad del año un alza de 17,7 por ciento. Los datos fueron revelados por la Secretaría de Finanzas sobre la base de INDEC y Banco Central.
El equipo económico encaró la difícil tarea de revivir el mercado doméstico y el ahorro interno frente a un escenario que se anticipaba negativo para el país para conseguir fondos frescos. El mega endeudamiento del macrismo y el posterior default de la deuda en pesos, más el salvataje del Fondo Monetario, habían deprimido a sus mínimos las chances de que inversores vuelvan a apostar en la Argentina. La pandemia parecía el tiro de gracia.
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"El trabajo consistió en construir un perfil de vencimientos sostenible en el tiempo y ofrecer instrumentos atractivos a los inversores con el objetivo de desarrollar una fuente permanente de financiamiento para el Tesoro Nacional", detalló Finanzas. La contrapartida es una revalorización en el precio de los activos como resultado de la mayor demanda por parte del público inversor que permitió una mejora en las paridades.
"Esto no solo es importante para los inversores, que pueden encontrar en el mercado doméstico opciones en moneda local rentables en la relación plazo-rendimiento, sino que también posiciona al Tesoro Nacional como principal aliado del BCRA en esta difícil coyuntura definida por la pandemia de COVID-19", comenta la cartera que conduce Bastourre. En momentos en que se emite una cantidad record de pesos, la capacidad de absorber parte de ese circulante es clave.
El documento remarca que impulsar la demanda de instrumentos en pesos constituye un pilar necesario en el proceso de restauración de la sostenibilidad de la deuda pública y de la estabilidad macroeconómica, "permitiendo aliviar las necesidades relativas de financiamiento en moneda extranjera y amortiguar el efecto negativo de la carga de intereses sobre la balanza de pagos".. El ratio de deuda pública en moneda nacional permanece estable respecto al cierre del mes anterior y por encima de los niveles de fines de noviembre de 2019, cuando se ubicaba en 14,3 por ciento.
Para el segundo semestre del año, los servicios de deuda que debe afrontar el Tesoro Nacional alcanzan un total de 1,01 billones de pesos, cifra inferior al perfil de vencimientos heredado del macrismo y que incorpora las medidas llevadas a cabo para descomprimir los vencimientos en el corto plazo. Los compromisos con el sector privado representan el 55,3 por ciento de los vencimientos pendientes en concepto de capital e intereses del año.
"Durante junio el mercado local continuó apoyando el refinanciamiento del sector público a través de la suscripción y canje de instrumentos con perfiles de riesgo/retorno sostenibles", asegura Finanzas. En ese sentido, se logró renovar casi la totalidad de la deuda en pesos del mes (92 por ciento), una señal que refuerza el objetivo de recuperación del financiamiento genuino del Tesoro en el mercado local.
Mientras que en el primer trimestre de 2020 el porcentaje de refinanciamiento (rollover) fue del 61 por ciento, durante el segundo trimestre este indicador superó el 100 por ciento, obteniéndose de este modo 11.305 millones de pesos de financiamiento neto gracias a la normalización del mercado de deuda en pesos.