Cierre de Canale: "Los despidos fueron de un día para el otro y coincidieron con la Ley Bases"

La empresa alimenticia cerró su planta de San Rafael, Mendoza, y dejó en la calle a 38 trabajadores y trabajadoras. El Destape dialogó con Daniel Jofre uno de los operarios echados, quien narró en detalle la cruel metodología empresarial que se abrió con la sanción de la Ley Bases. 

25 de julio, 2024 | 00.05

“Los dejamos cesantes”. Tres palabras les bastaron al gerente industrial de la empresa alimenticia Canale, José Lemos, para dejar en la calle a 38 trabajadores y trabajadoras de la planta ubicada en la localidad de San Rafael, Mendoza. Acto seguido, les mandaron a la seguridad privada. Doctrina del miedo. “Estábamos en plena producción. No hubo ninguna otra explicación. Solo nos leyeron un acta notarial y nos mandaron a la seguridad privada. Tuvimos que dejar todo tal cual estaba, hasta las computadoras quedaron prendidas”, detalló -en diálogo con El Destape- Daniel Jofre, uno de los operarios echados el pasado 28 de junio.

Los despidos y suspensiones en el sector privado ascienden a 177.657 casos, según determinó un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Detrás del número atronador que da cuenta del plan sistemático de pauperización social de la administración Milei, miles de historias, como la que narra Daniel Jofre, uno de los operarios despedidos por Canale.

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“Yo iba a la Técnica Agropecuaria de Real del Padre (San Rafael), todavía estaba en sexto año. Empecé a trabajar en Canale a los 18, haciendo las temporadas durante el verano en la cosecha de durazno y damasco. Cuando me recibí, quedé efectivo. Ahora tengo 48”, contó a este portal.

La empresa supo pasar de mano en mano tras varias administraciones que la llevaron a la quiebra (Kraft–Terrabusi y Alco). Incluso en 2017 estuvo a punto de ser comprada por "Greylock Capital", uno de los principales fondos de inversión estadounidenses. Pero todo quedó en la nada. Tras un largo proceso, el grupo mendocino AVA Sociedad Anónima puso 378 millones de pesos y se quedó con las tres plantas de Canale, una ubicada en San Rafael y las otras en Luján de Cuyo.

- ¿Se vieron venir, en algún momento, el cierre de la planta?

- La empresa decía que les quedaba muy a trasmano enviarnos la materia prima y que los costos de traslado habían aumentado mucho. Pero lo cierto es que teníamos más trabajo que en otras épocas, por eso tuvieron a que llamar a 16 temporales, además de los 22 que estábamos efectivos. Los despidos fueron de un día para el otro. Se llevaron la fábrica, la trasladaron hacia Ugarteche (Luján de Cuyo). Todo esto coincidió con la Ley Bases, aunque para mí ya lo tenían decidido desde antes.

Daniel y su mujer Evangelina tienen dos hijas y un hijo; una de ellas va a la facultad. “¿Viste cómo es? Estamos en San Rafael pero para estudiar se tienen que mover, hay que pensar en alquilarles un lugar”, reflexionó, mientras hace cuentas. “Antes, si nos dejaban sin trabajo sabíamos que podíamos irnos a otra localidad o provincia y conseguir algo. Pero en estos tiempos todo es más difícil. Ahora estoy hablando con parientes y conocidos del Sur para ver qué se puede hacer”, afirmó.

Metodología

La llamada Ley Bases incluyó una primera reforma laboral y, si bien todavía no fue reglamentada, sus mentores avanzan con una segunda instancia. Los cientos de miles de despedidos por todo el país saben que la reforma ya se aplica de facto.  

“Los dejamos cesantes”. Eso les dijo el gerente industrial de Canale, José Lemos, el pasado el 28 de junio, cuando los 38 operarios se encontraban en plena producción. Fueron apenas tres palabras para clausurarle a Daniel tres décadas de trabajo. Luego, les leyeron una precaria acta notarial. “Ante la imposibilidad de continuar con la actividad en el establecimiento, se le comunica por medio de la presente, que a partir del día de la fecha prescindimos de sus servicios”, puede leerse en el documento que les hicieron firmar.

En Real del Padre (San Rafael, Mendoza) viven cerca de 14.500 habitantes, según el último censo poblacional. Los trabajadores y trabajadores de la planta de Canale, donde se fabricaban mermeladas y otras conservas, circulaban por sus calles caminando o en bicicleta para llegar a sus puestos. Hoy se miran desolados.

“No hubo ninguna otra explicación. Solo nos leyeron ese papel y nos mandaron a la seguridad privada. Tuvimos que dejar todo tal cual estaba, hasta las computadoras quedaron prendidas. Acá en la zona también cerraron el Correo. Ahora se llevan esta fábrica. No hay otra cosa. La desocupación va a aumentar”. Daniel sí la ve.

El gerente financiero de AVA Sociedad Anónima, Pablo Lambert, tuvo que salir a dar un poco más de explicaciones ante la conmoción que se había generado en el pueblo. “La reestructuración nos permitirá consolidar la producción en nuestra planta principal en Ugarteche, lo cual es más eficiente para nuestra estrategia a largo plazo. El edificio ha sido una parte importante de nuestra infraestructura desde 2019, y estamos evaluando varias opciones para su uso futuro".

Negocio inmobiliario en danza y la libertad para deshacerse de trabajadores y trabajadoras de un día para el otro, bajo el imperio de una reforma laboral de facto. Signos de una época cruel.

Miseria

La teoría del derrame no existe. Si bien el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) de mayo arrojó un alza interanual del 2,3% y un avance mensual del 1,3%, los despidos ya se cuentan de a miles. Los sectores vinculados al mercado interno no paran de caer. La industria alimenticia cayó un 6,4% interanual y acumula un rojo de 7,7%.

Según una encuesta realizada por la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina, el 80% de las empresas industriales ya tuvo que echar al menos un obrero en lo que va del año.

Entre enero y junio de este año, la destrucción de los puestos de trabajo del sector privado ascendió a los 177.000 casos. Dentro de este escenario, no es ajena ni la Ley de Bases – tal como lo relacionó Daniel Jofre- ni el DNU 70/23, instrumentos impulsados desde el Poder Ejecutivo para consolidar una recesión planificada, la destrucción de cientos de miles de puestos de trabajo, la pauperización de los ingresos y el aumento de la pobreza.

Es decir, una neo reforma del Estado para favorecer a un puñado de sectores concentrados.