El empleo privado registrado volvió a caer y en junio se redujo un 0,2%, de acuerdo a un informe de la Secretaría de Trabajo. Producto de la crisis económica que generó el Gobierno, uno de cada 100 trabajadores se encuentra suspendido, una cifra muy alta en términos históricos.
En junio, de acuerdo a la información que brinda la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), el nivel de empleo privado registrado en empresas (de más de 10 personas ocupadas) del total de los aglomerados urbanos relevados presentó una contracción de 0,2% en relación con el mes de mayo. Con esta variación, van siete meses consecutivos de caída neta del empleo, y acumula una reducción de 2,4% desde noviembre de 2023.
Todos los sectores experimentaron contracción del empleo registrado, excepto Comercio, restaurantes y hoteles y Servicios comunales, sociales y personales, cuya dotación de personal se mantuvo constante en relación con el mes pasado. A contramano, el empleo en la industria manufacturera mostró una contracción significativa (-0,5%), y registra el quinto mes consecutivo de caída. Por su parte, el sector de la Construcción "continúa presentando la mayor contracción mensual (-0,7%), consolidando también la desaceleración de la caída en relación con los meses anteriores. El resto de los sectores tienen caídas de 0,2%, que también resultan menores a las del mes pasado", señaló el informe.
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La retracción mensual en el nivel de empleo registrado privado se observa en todos los tamaños de empresas, con variaciones entre -0,1 y -0,2%. En términos interanuales, la contracción del empleo se concentró en las empresas medianas y pequeñas, las que alcanzaron una caída de 2,6 y 2,1% respectivamente. En tanto, las empresas de mayor tamaño arrojaron una contracción interanual de 1,4%.
Mapa de la crisis de empleo
Las incorporaciones de personal, medidas a través de la tasa de entrada, se redujeron en junio con relación al mes pasado y con respecto al mismo mes de 2023, acentuando la tendencia contractiva observada en meses anteriores. Las desvinculaciones de personal, medidas por la tasa de salida, también mostraron una caída en la comparación con mayo y con el mismo mes del año anterior.
La demanda laboral, expresada en la tasa de búsqueda (1,4%), tuvo en junio el valor más bajo de los meses de junio desde que se releva la serie (año 2007). Solo en 2020, con la influencia de la pandemia, se registró un nivel menor para un mes de junio. La cantidad de puestos sin cubrir, representada en la tasa de no-cobertura, muestra un valor alto con relación al mes pasado (6,9%).
Otro de los datos más preocupantes es que el empleo suspendido muestra una tendencia creciente en el último año. En junio alcanzó a 1 de cada 100 trabajadores, exhibiendo valores que resultan relativamente altos en relación con los meses de junio de años anteriores.
Por último, las expectativas netas de las empresas en lo referente a la contratación de personal para los próximos tres meses muestran un repunte con relación al mes pasado. En esta ocasión, del 3,6% de las empresas que esperan tener cambios en su dotación de personal, el 2,3 espera aumentarla y el 1,3 espera disminuirla, resultando unas expectativas netas que ascienden a casi el 1%. Las respuestas de las empresas en los últimos meses muestran un escenario variable sin que sea posible definir aún una tendencia clara, ya que en marzo y mayo las expectativas empresarias no vislumbraban cambios, mientras que en febrero fueron negativas y en abril positivas en un 0,4%.