(Por Alejandro Tejero Vacas).- El Tesoro de los Estados Unidos reclamó a empresas que presten servicios de finanzas descentralizadas con criptomonedas (DeFi, por sus siglas en inglés) que tomen "medidas claras" para cumplir con las normas y sanciones de lavado de dinero, en un nuevo intento por controlar a este tipo de industria financiera que crece en medio de la crisis bancaria.
La irrupción de la tecnología blockchain y de los contratos inteligentes permitió que en los últimos tres años se desarrollaran las finanzas descentralizadas, un mecanismo que permite a cualquier persona prestar dinero -en cripto- a cambio de una tasa de interés que se define sin intervención de terceros, es decir, en forma automática, y con mecanismos de garantía que evitan el riesgo de default.
El cambio revolucionario que trajeron estos protocolos de préstamos es que permiten que cualquier persona pueda acceder a mecanismos de crédito y de ahorro sin intermediarios, como bancos o instituciones financieras.
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Todas las operaciones se hacen a través de un código público, con normas transparentes y con costos transaccionales muy bajos en comparación a los que actualmente ofrecen instituciones de crédito tradicionales, a la vez que da mayor margen de ganancia directa a quienes prestan el dinero.
Para tomar alguna magnitud del fenómeno, el valor de mercado de los más de 8.500 tokens surgidos de protocolos DeFi supera en la actualidad los US$ 55.000 millones, según datos de CoinMarketCap.
Si bien habían llegado a valer cerca de US$ 200.000 millones hacia finales de 2021, cuando comenzó la caída de los activos criptográficos, hasta abril de 2000 no superaban los US$ 3.000 millones, lo que marca un crecimiento de 1.800% en apenas tres años.
El temor del Tesoro estadounidense -y de bancos centrales del mundo- es que sean también una forma de lavar dinero de actividades ilícitas al no haber instituciones reguladoras que puedan velar por el origen y el destino de estas operaciones.
En ese marco, durante los últimos días el Departamento del Tesoro presentó un informe de 39 páginas en el que apuntó contra esta tecnología, a la que señaló múltiples riesgos asociados y abusos.
"Nuestra evaluación encuentra que los actores ilícitos, incluidos los delincuentes, los estafadores y los actores cibernéticos de Corea del Norte, están utilizando los servicios de DeFi en el proceso de lavado de fondos ilícitos", sostuvo el secretario del Tesoro para Terrorismo e Inteligencia Financiera, Brian Nelson.
El informe señaló que, como DeFi permite a los usuarios realizar transacciones sin la necesidad de un intermediario, esto supone un riesgo de blanqueo de capitales, y destacó evaluaciones y acciones necesarias para mitigar los riesgos asociados.
Entre ellas, advirtió a las empresas que facilitan el acceso a estos protocolos a usuarios minoristas o sin experiencia en el manejo de blockchain, a que tomen "medidas claras" para seguir las leyes sobre lavado de dinero y financiamiento del terrorismo.
Es que, si bien en posible acceder en forma directa a protocolos DeFi como Aave, Compound, Maker, Uniswap u otros, muchas empresas ofrecen interfaces de acceso a usuarios que no quieren correr el riesgo de hacer las operaciones por su cuenta.
En la Argentina, empresas locales como Lemon, Buenbit y Ripio proveen distintos mecanismos para facilitar ese acceso y detallan cuáles son los protocolos en los que se está invirtiendo el dinero que genera el interés en cripto.
La administración de Joe Biden avaló en los últimos meses el trabajo de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) y de otros organismos públicos, que denunciaron e iniciaron procesos contra empresas del sector que operan en ese país, ante el temor a que un sistema financiero paralelo asociado a la economía cripto se consolide por fuera de su control.
"Creo que la incertidumbre regulatoria de la administración de Estados Unidos es un error político y geopolítico. Hoy es más seguro, aunque no sea transparente, funcionar con una empresa offshore", dijo a Télam Sebastián Serrano, CEO de Ripio.
En ese sentido, la combinación de la insistencia del Gobierno norteamericano por perseguir la actividad y la crisis de liquidez en los bancos del último mes afectó a empresas cripto de ese país -como Circle, la segunda de mayor tamaño a nivel mundial- mientras que Bitcoin y el resto de la industria tuvo un crecimiento de casi el 90% en la valorización de mercado desde el inicio de 2023.
Según un estudio de Americas Market Intelligence (AMI), el 17% de los adultos de la Argentina compró alguna vez criptomonedas como forma de ahorro o inversión, frente al 12% que lo había hecho hace un año, por lo que supera así en adopción de este tipo de activos a otros países de América Latina como México, Perú, Brasil, Colombia o Chile.
En total, entre el 15 y el 18% de los adultos latinoamericanos había comprado criptomonedas hacia finales de 2022, grupo en el que destacaron los argentinos (17%) frente a porcentajes menores de colombianos y brasileros (14%), mexicanos (9%), peruanos (7%) y chilenos (8%).
Con información de Télam