Estados Unidos, México, Brasil y Taiwán son algunos de los destinos a los cuales exporta Maleza, una cooperativa formada por 46 trabajadoras que elabora productos cosméticos para el cuidado de la piel y el cabello.
Nacida en el barrio porteño de Villa Lugano, la fachada que la alberga -similar a un típico garaje- no otorga ninguna pista para deducir que su interior contiene a todo un laboratorio equipado con el instrumental necesario para producir cremas hidratantes, jabones, shampoos y acondicionadores, entre otras elaboraciones realizadas en base a materias primas orgánicas y agroecológicas.
El primer paso lo dieron en 2017, tras concurrir a diversos talleres socioproductivos sobre elaboración de productos de cosmética natural.
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Hoy en día Maleza pasó a contar con 46 trabajadoras, algunas de ellas provenientes de la Villa 20 y Ciudad Oculta, y dando su paso al empleo formal a través del programa Potenciar Trabajo.
Asimismo, comenzó a exportar al mundo: "Nunca nos imaginamos que exportar era una posibilidad para la cooperativa", expresó a Télam Julia Argnani, responsable de Maleza.
Un ciclo de conversatorios organizado por la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (Aaici) fue el puntapié -cuenta Argnani- para "conocer las experiencias de otras cooperativas que lograron acceder al mercado externo y que hoy exportan sus productos o servicios".
Esto les permitió identificar cuales de sus productos podían tener potencial para exportar.
"Sabemos que la economía popular tiene la capacidad de elaborar productos de calidad al igual que otros sectores productivos. La diferencia es el punto de partida de donde nacen nuestras experiencias con dificultades para crecer, escasez de recursos; y falta de financiamiento para invertir en equipos, materias primas y habilitaciones", señaló.
Y es por estos motivos -recalcó- que "es muy importante que el Estado cuente con herramientas especificas destinadas a fortalecer las capacidades del mundo cooperativo".
Tal como ocurre en diversas cooperativas, Maleza se ha asociado con otro emprendimiento para poder conformar una cadena de producción.
"Hoy Maleza es la responsable de elaborar resinas para Yumba que necesitó delegar la producción para aumentar la escala", explicó Argnani.
De esta forma, desde este pequeño laboratorio de Villa Lugano -al cual se han mudado desde su anterior locación en la Villa 20 para aumentar la capacidad productiva en un 500% y obtener la certificación de la Anmat- llegan productos a más de 20 países, sumándose recientemente nuevos mercados como México, Brasil y Canadá tras el acompañamiento de Cancillería y la Aaici.
Argnani destacó que, con estos logros, "junto al crecimiento de Maleza, crecen también las cooperativas y productores familiares que ya son parte de nuestro encadenado productivo".
Con información de Télam