El servicio intermitente que prestan las distribuidoras eléctricas en la Ciudad y Gran Buenos Aires no se condice con las ganancias extraordinarias que amasaron en los últimos años a costa de los usuarios. Con promesas de cortes durante el verano, ya se quejaron por las pérdidas registradas por la pandemia y también del congelamiento de tarifas. Sin embargo, los balances no dejan mucho margen para reclamos.
Al presentar los resultados ante la Comisión Nacional de Valores y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, sólo en 2019, Edesur obtuvo ganancias por más de $ 12.600 millones, equivalentes a un 168% más que las del año anterior. Este aumento en los dividendos entre 2018 y 2019 no se corresponde con el nivel de inversiones realizadas en el mismo período, que, según sus propios datos, se incrementaron apenas un 33% anual. Pero el agravante es que esta misma situación se repitió años anteriores.
El balance de la empresa de 2018 arrojó una ganancia operativa de $ 3.087 millones (un 280% más que en 2017. Esta casi duplicación de los ingresos entre 2017 y 2018 se explica sólo por la “aplicación de nuevos cuadros tarifarios”, ya que la venta energética fue casi la misma que el año anterior, con 1,2% más de clientes.
Por su parte, la distribuidora eléctrica Edenor obtuvo una ganancia neta de $12.129 millones durante el ejercicio 2019. Según los datos disponibles, la empresa había obtenido una ganancia de $ 4.250 millones en 2018. En 2017, sus ganancias habían sido de $ 682 millones y en 2016 la empresa había registrado pérdidas por $1.188 millones.
Así lo precisó la compañía en el informe de Estados Financieros presentado ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, donde cotizan las acciones de la firma.
Por lo pronto, el Gobierno nacional extendió el congelamiento de las tarifas hasta marzo del año próximo. A través del decreto 1020/2020 de la semana pasada, el Ejecutivo habilitó la renegociación tarifaria de la luz y el gas, que tendrá al Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y al Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) al frente del proceso.
Las escandalosas ganancias en la Provincia de Buenos Aires
En un demoledor informe, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires reveló cómo la gestión de María Eugenia Vidal permitió que las grandes distribuidoras de energía eléctrica que operan en el territorio obtengan ganancias mayores al 600%. Con facturas que reflejaron incrementos mayores al 3000% en apenas tres años y un fuerte plan de desinversión, las compañías ganaron más de U$S 300 millones un lapso muy acotado.
La Subsecretaría de Energía del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos realizó a mediados de septiembre el análisis de la última Revisión Tarifaria Integral (RTI) y del cumplimiento de las inversiones comprometidas por parte de las Empresas Distribuidoras de Energía Eléctrica de la Provincia de Buenos Aires. El resultado demostró cómo durante la gestión de los últimos cuatro años, Cambiemos avaló aumentos injustificados de las tarifas de energía eléctrica que no fueron acompañados con inversiones por parte de las empresas Eden (norte y centro), Edea (Costa Atlántica y centro), Edes (sur) y Edelap (La Plata y alrededores).
El documento al que pudo acceder El Destape, mostró que durante el período 2016-2019, las Empresas Distribuidoras de Energía aplicaron ajustes tarifarios que, sumados a la fuerte quita de subsidios a nivel nacional, representaron aumentos en las facturas finales de los usuarios que oscilaron en promedio entre 2.000% y 3.500% en apenas tres años. Sin embargo, este fuerte incremento no significó mayores inversiones en la red de distribución ni ejecución de obras en las instalaciones.
El extraordinario crecimiento patrimonial, producto de la RTI, tuvo su correlato en el crecimiento de los resultados: las cuatro distribuidoras de Energía Eléctrica aumentaron sus ganancias entre 2015 y 2018, entre 498% y 644%. La distribución de dividendos entre 2016 y 2019 acumuló un monto final de 309 millones de dólares.