La pandemia de coronavirus impulsó cambios en las motivaciones de los trabajadores que reconfigurarán el futuro del trabajo a nivel global, según un estudio de la consultora Bain & Company.
Según una encuesta analizada por la consultora, 58% de 20.000 trabajadores de Estados Unidos, China, Alemania, Francia, Italia, Japón, India, Indonesia, Nigeria y Brasil considera que esto les ha obligado a replantearse el equilibrio entre su trabajo y su vida personal.
"Gran parte del pensamiento predominante sobre la relación entre los trabajadores y las empresas se forjó en un mundo muy diferente al actual", dijo Alejandro Pérez de Rosso, socio de Bain & Company en Argentina.
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Para Pérez de Rosso, "el entorno actual requiere un replanteamiento radical tanto de la estructura como de la finalidad del trabajo, pero para ello hay que entender primero las motivaciones cambiantes de los trabajadores individuales".
En su informe "The Working Future" la consultora señala que las motivaciones para trabajar están cambiando y aunque la remuneración sigue siendo una de las principales para la mayoría de los trabajadores, un trabajo interesante, seguridad laboral y flexibilidad figuran también entre las prioridades.
Asimismo, la investigación muestra la necesidad de que los líderes empresariales reconozcan que su perspectiva personal de lo que es un buen trabajo no será necesariamente compartida por todos en su organización.
Por otra parte, la automatización está ayudando a rehumanizar el trabajo: Las ventajas humanas -la capacidad de resolver problemas, la conexión interpersonal y la creatividad- están cobrando importancia a medida que la automatización elimina el trabajo rutinario.
Además, el cambio tecnológico está difuminando los límites de la empresa: el aumento del teletrabajo y la economía de los gigas han aflojado los límites de la empresa, haciendo que las ideas de un lugar de trabajo y un trabajador sean más fluidas.
Finalmente, los jóvenes, especialmente en las economías avanzadas, están sometidos a una creciente tensión psicológica que se traslada a su vida laboral.
Por todo ello, considera que las empresas exitosas pasarán de ser tomadoras de talento a creadoras de talento; los líderes dejarán de gestionar a los trabajadores como si fueran máquinas y les ayudarán a desarrollar su capacidad personal y a crear una carrera que se ajuste a su idea individual de una vida significativa; y construirán una organización que ofrezca un sentido de pertenencia y oportunidad a sus trabajadores.
"Ahora es el momento de centrarse en el lado humano del trabajo, lo que permitirá a las empresas líderes atraer, desarrollar y retener la mano de obra que es fundamental para su éxito futuro", completó Pérez de Rosso.
Con información de Télam