Un relevamiento de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) destaca la apuesta al diálogo social que el Gobierno argentino impulsa para amortiguar los efectos económicos de la pandemia. En el país de la "infectadura", "esta cooperación público-privada desarrolló un conjunto de propuestas en materia de financiamiento, carga tributaria, producción y distribución, medidas laborales, energía y comercio para hacer frente a la crisis", señala el organismo de Naciones Unidas con sede en Ginebra.
El organismo comenzó a publicar relevamientos de distintos países sobre las políticas nacionales que se aplicaron para dar respuesta a la mayor crisis global, en términos de parálisis económica, de la historia. Junto a los datos duros ya difundidos por el organismo de paquetes fiscales, impositivos y crediticios que cada gobierno dispuso en este tiempo, el informe de la OIT incluyó un capitulo que denomina se "Confiar en el diálogo social para encontrar soluciones".
En esta apertura, según destaca el documento, se incluyen medidas tendientes a fortalecer la capacidad y la resiliencia de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, la capacidad de los gobiernos y el diálogo social, la negociación colectiva y las instituciones y mecanismos de las relaciones laborales.
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El Destape cruzó los informes de algunos países de relevancia, dentro de los que ya están actualizados (se está cargando en tiempo real). La Argentina y España muestran una alta disposición al diálogo, a diferencia de Brasil (pese a que los sindicatos trabajan fuerte con el sector empresario pero fuera del amparo oficial) y Perú, que, al igual que Estados Unidos, no tienen nada para informar al respecto.
"El gobierno articula permanentemente con organizaciones sindicales, sociales y empresariales, que han manifestado compromiso y capacidad de colaborar", se destaca en el caso Argentino, en contraposición con la imagen de un Ejecutivo "antidialogista" que busca imponer la oposición.
"En el marco de la mesa tripartita, hubo una reunión entre el jefe de Gabinete (Santiago Cafiero) y referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) y la Confederación General del Trabajo (CGT), para analizar la salida paulatina del aislamiento social, evitando experiencias negativas de otros países por salir indiscriminadamente y destacando la importancia de acordar los sectores prioritarios y las condiciones para hacerlo de forma ordenada", agrega la OIT.
En Brasil, en cambio, la medida más democrática utilizada fue la aprobación por parte de su Parlamento de "la Enmienda Constitucional 106/2020, que instituye un régimen fiscal, financiero y de contratación extraordinario para enfrentar la calamidad pública".
El resto fue iniciativas del sector privado. En el capítulo de diálogo social, la OIT informa sobre la administración Bolsonaro, que se dispuso "extender la duración de los convenios colectivos (que están finalizando o han finalizado) por un período de 90 días por decisión del empleador". Y es también el empleador quien "puede tomar unilateralmente algunas decisiones".
En Estados Unidos, la administración Trump asignó la cifra récord de "5 billones de dólares en paquetes de ayuda federal y otras medidas para combatir COVID-19 y apoyar la economía". Sin embargo, el diálogo no es algo a destacar. De hecho, la OIT no incluyó este tema en el relevamiento. Lo mismo que hizo con Perú.
En Chile, el gobierno envió un proyecto de Ley que suspende temporalmente los plazos en procesos de negociación colectiva, prorroga instrumentos colectivos vigente y los mandatos de directivas sindicales. "Se divide proyecto y se aprueba ley que suspende elecciones sindicales", informó la OIT.
En la vereda contraria, China también se destacó, según la OIT en el diálogo. "La Federación de Industria y Comercio de China , la organización de empleadores del sector privado y las PYME, está monitoreando los efectos de las medidas de apoyo del gobierno", asegura el documento. La apuesta al diálogo incluyó también el intercambio con "interlocutores sociales para negociar las condiciones de trabajo y los arreglos laborales para proteger los empleos y reducir los costos comerciales, incluyendo horarios de trabajo flexibles, teletrabajo y arreglos salariales"
Una mirada similar se exhibe en España, donde "los interlocutores sociales contribuyeron decisivamente a las medidas adoptadas". Actualmente se llevan a cabo dos reuniones semanales de diálogo social a nivel nacional. Por último, en el Reino Unido, el gobierno de Boris Johnson, "el Ejecutivo de Salud y Seguridad, empleadores y trabajadores emitieron una convocatoria conjunta sin precedentes para que los empleadores garanticen condiciones de trabajo seguras durante el brote de coronavirus".