Crisis económica: Por la pandemia se perdieron 400 millones de empleos en el mundo

La OIT estima que la mayoría de los puestos de trabajo se perdieron en América en el segundo trimestre.

30 de junio, 2020 | 18.11

La pandemia se recrudeció y se perdieron 400 millones de empleos en el mundo en el segundo trimestre, de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La mayoría de la destrucción de puestos de trabajo se dio en América, que se convirtió en el nuevo epicentro del coronavirus. Si bien la cuarentena complicó la situación laboral en un comienzo, donde se aplicó permitió reabrir ciertas actividades de forma segura, mientras que donde no se tomaron estas medidas la multiplicación de contagios fue la culpable.

En el segundo trimestre disminuyeron 14% las horas de trabajo en el globo. Esto equivale a la pérdida de 400 millones de empleos a tiempo completo sobre la base de una semana laboral de 48 horas. El Observatorio de la OIT preveía en mayo que la baja sea sólo del 10,7% (305 millones de empleos), lo que implica una profundización de la crisis del COVID-19.

Cuando empezó a esparcirse el brote, en el primer cuarto del año, se perdió el 5,4% de las horas de trabajo en todo el mundo respecto al cuarto trimestre de 2019. Esto se corresponde a 155 millones de empleos a tiempo completo.

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El organismo proyectó que la mayoría de las bajas del segundo trimestre se dieron en América, a razón del 18,3% de los puestos laborales. Mientras que Asia y Oceanía habían liderado las caídas al comienzo del año (- 7,1%), ahora se ubicaron terceros (- 13,5%), luego de Europa y la región de Asia central (- 13,9%).

La OIT advirtió del riesgo de que se produzca un retroceso con respecto a algunos avances logrados en las últimas décadas y que se exacerbe la desigualdad de género en el mercado laboral. “A diferencia de crisis anteriores, el empleo femenino corre un mayor riesgo que el masculino, en particular como consecuencia de los efectos de la recesión en el sector de los servicios”, apuntó el organismo tripartito, constituido por estados, empresas y sindicatos. Por otro lado, alerta que el aumento de la carga de trabajo no remunerado en la higiene hogareña por el virus afecta en mayor medida a las mujeres que a los varones.

Las razones por la merma laboral varían sustancialmente en todos los países. En algunos, la reducción de horas y las suspensiones temporarias contribuyeron ampliamente, mientras que en otros el factor determinante fue la inactividad y el desempleo. Las políticas de los gobiernos para contener el nivel de empleo resultaron claves para que la cifra no recrudezca en algunos países, mientras que otros se limitaron a subsidiar la desocupación o no colaboraron directamente en mitigar los impactos económicos de forma significativa.

El debate cuarentena-pandemia como raíz del problema queda saldado al analizar los números. Argentina, que aplicó al comienzo un modelo de confinamiento estricto poco utilizado en el mundo, sufrirá una recesión del 9,9%, de acuerdo al FMI. Mientras que Brasil, que no se aisló, una merma del 9,1%, e Italia y España que lo hicieron pero tarde, 12,8%. La diferencia entre todos radica en la tasa de fallecidos a causa del coronavirus por millón de habitantes: 25,3 en Argentina, 252,3 en Brasil, 575,7 en Italia y 601,5 en España, de acuerdo a la Organización Mundial de Salud al 25 de junio.

Sumado a esto, la cuarentena total en Argentina permitió que en muchas jurisdicciones no circule el virus por varias semanas, lo que se tradujo luego en una evolución a fase 5 de la mayoría de las provincias. Por lo tanto y a menos que surja un rebrote no controlado, el desplome de la actividad en abril del 26,4% según el Indec será un piso sobre el que mejorará la economía. De acuerdo a la consultora Orlando Ferreres, en mayo el indicador mejoró 9,2% contra el mes previo.

Las restricciones en el mundo

Pese a la creencia de la mayoría de la prensa, Argentina no fue el único país en aplicar restricciones para evitar el aumento exponencial de los contagios. Es cierto que medidas de aislamiento parcial o estricto lo tomaron sólo el 40% de las naciones del globo, pero en América Latina el porcentaje asciende al 82%, de acuerdo al último reporte de Ocipex.

Los obstáculos a la actividad laboral y económica, uno de los puntos más cuestionados a Alberto Fernández, fueron determinados en el 72% del mundo y en el 78% de Latinoamérica. La peligrosidad del no intervenir se ve en las estadísticas de aquellas regiones donde la disparada de contagios genera decenas de miles de fallecidos e igual derrumba a la economía.

Las restricciones al movimiento dentro del territorio fueron tomadas sólo por la mitad (52%) a nivel mundial, pero por el 87% de los países latinos. Similar fue la postura para poner requisitos al uso del transporte público: 58% y 78%, respectivamente.

Las escuelas cerradas fueron una de las primeras medidas tomadas en el 92% de las naciones. Dentro de Latinoamérica esa proporción se incrementó al 95%, de acuerdo al centro de estudios. Incluso países que avanzaron de fases tuvieron que dar marcha atrás en este paso al ver una aceleración en la tasa de contagios por la mayor concentración de gente que genera.