La confianza del consumidor estadounidense cayó a un mínimo de siete meses en septiembre, ya que un incesante aumento en los casos de COVID-19 profundizó las preocupaciones sobre las perspectivas de la economía a corto plazo, encajando con las expectativas de una desaceleración del crecimiento en el tercer trimestre.
La encuesta del Conference Board del martes mostró que los consumidores están menos interesados en comprar una casa y artículos caros como vehículos motorizados y grandes electrodomésticos en los próximos seis meses. Tampoco se mostraron optimistas en sus opiniones sobre el mercado laboral como en el mes previo.
La actividad económica se ha enfriado en los últimos meses a medida que el impulso del dinero de ayuda a los hogares por la pandemia se desvaneció y las infecciones aumentaron, impulsadas por la variante Delta altamente contagiosa del coronavirus.
El Conference Board dijo que su índice de confianza del consumidor cayó a una lectura de 109,3 este mes desde 115,2 en agosto. El tercer mes seguido de bajas llevó al índice al nivel más bajo desde febrero.
La medición, que pone más énfasis en el mercado laboral, ha caído 19,6 puntos desde un máximo de 128,9 en junio. Economistas consultados por Reuters estimaban un alza a 114,5.
Las expectativas de inflación de los consumidores durante los próximos 12 meses descendieron al 6,5% desde el 6,7% de agosto. La semana pasada, la Reserva Federal proyectó su medida clave de inflación en 3,7% este año. Eso fue superior a la mediana del 3,0% que proyectó en junio el banco central, que tiene un objetivo de inflación flexible del 2%.
El denominado diferencial del mercado laboral del Conference Board, derivado de los datos sobre las opiniones de los encuestados sobre si los trabajos son abundantes o difíciles de conseguir, bajó a una lectura de 42,5 este mes desde 44,4 en agosto. Esta medida se correlaciona estrechamente con la tasa de desempleo en el informe del Departamento de Trabajo. El reporte de septiembre se publicará el próximo viernes.
Las estimaciones de crecimiento del Producto Interno Bruto para el tercer trimestre se ubican en su mayoría por debajo de la tasa anualizada del 5%. La economía se expandió a un ritmo del 6,6% en el segundo trimestre.
Las expectativas de un crecimiento más lento del PIB se vieron reforzadas por un informe separado del Departamento de Comercio el martes que mostró que el déficit comercial de bienes aumentó un 0,9% a 87.600 millones de dólares en agosto, ya que las empresas importaron más productos para reponer los inventarios. El comercio ha restado expansión del PIB durante cuatro trimestres seguidos.
Las importaciones de bienes aumentaron un 0,8% a 236.600 millones de dólares, impulsadas por los bienes de consumo y los suministros industriales. Pero las importaciones de alimentos, bienes de capital y vehículos de motor cayeron. Estas últimas probablemente se vieron lastradas por una escasez global de semiconductores, que está afectando la producción.
El alza de las importaciones compensó el aumento del 0,7% en las exportaciones de bienes a 149.000 millones de dólares, respaldado por suministros industriales y bienes de consumo. Pero el país informó una disminución en las exportaciones de bienes de capital, vehículos de motor y productos alimenticios.
Parte del aumento de las importaciones terminó en los almacenes de mayoristas y minoristas. Los inventarios mayoristas avanzaron un 1,2% el mes pasado tras ganar un 0,6% en julio. Las existencias en los minoristas subieron un 0,1% luego de crecer un 0,4% en julio.
Los inventarios minoristas, excluidos los automóviles, que se incluyen en el cálculo del PIB, ganaron un 0,6% tras el avance de 0,5% en el mes previo. Los inventarios comerciales se han reducido drásticamente en la primera mitad del año. El aumento del mes pasado debería suavizar el impacto del crecimiento del PIB en el creciente déficit comercial de bienes.
Un tercer informe del martes mostró que el índice nacional de precios de vivienda S&P CoreLogic Case-Shiller subió a un récord del 19,7% en julio con respecto al año anterior tras de acelerarse un 18,7% en junio.
La sostenida inflación de los precios de las viviendas fue corroborada por un cuarto informe de la Agencia Federal de Financiamiento de la Vivienda (FHFA) que mostró que los precios de las casas se dispararon un récord de 19,2% en los 12 meses a julio, tras un salto del 18,9% en junio.
Con información de Reuters