Dentro del aluvión de malas que trae la pandemia para todo el sector económico, hay buenas noticias. Sí, faros que alumbran. En medio de la baja de casi 3,5 millones de empleados en el segundo trimestre, aparece un dato como una suerte de oasis: 335 cooperativas lograron inaugurarse en plena pandemia. Más de trescientas unidades de comercio gestadas contra viento y marea. Están en funcionamiento, producen, dan empleo y aportan a la línea de desarrollo nacional. ¿Que con dificultades? Y, no es para menos. Pero abrieron y en el peor momento.
El relevamiento surge del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), ente estatal dedicado al desarrollo de políticas focalizadas para estas unidades económicas autogestionadas. Al cierre de esta nota, son 415 las empresas recuperadas que el INAES logró registrar. Sin embargo, la cifra fue difundida por La Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (Conarcoop), entidad integrada por 11 federaciones de cooperativas nacionales.
Además, y no menos importante, hasta el 27 de septiembre se registraron 1237 cooperativas que están en proceso de gestión dentro del INAES. “Hasta el año pasado se trabajaron solo 980 y se espera superar las 1500 para fin de año. Se ha superado ampliamente toda la gestión del 2019”, enfatizó Ramiro Martínez, presidente de Conarcoop.
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Esta matriculación tan alta se enlaza con lo que significa el cooperativismo en el mundo. Según la Alianza Cooperativa Internacional (ICA), más del 12% de la población mundial es cooperativista y proporcionan empleo al 10% de la población ocupada. Además, existen tres millones de cooperativas, de las cuales las 300 más importantes recaudan 2 billones de dólares anuales.
¿Cómo es posible manejar esos números en pandemia?
"Los niveles tan altos de matriculación se dieron por la sumatoria de varios ejes: la coyuntura de la pandemia, la recuperación de empresas en vía de quiebra y hay una influencia muy fuerte del cooperativismo del siglo XXI en la inclusión social, donde, por ejemplo, los cuidados de adultos mayores y primera infancia tienen una incidencia importante a nivel local y mundial”, explicó Martínez.
Es notable que en agosto y septiembre se registró la mayor cantidad de pedidos de matriculaciones (800). “Los procesos de trabajo colectivos son la respuesta a un montón de trabajadores, porque permite previsibilidad en el tiempo, futuro económico y posibilidad de congeniar trabajos y servicios con obras sociales”, sintetizó el líder de la entidad.
Los rubros de las cooperativas más elegidos y de dónde provienen
Los rubros de cooperativas más incursionados fueron la construcción, sectores gastronómicos, gestión de residuos, agricultores familiares y, sobre todo, la economía del cuidado al registrar unidades que cuidan adultos mayores y poblaciones vulnerables. Es el caso de Junt@s, cooperativa localizada en San Martín-Bs As. Se trata de trece feminidades encontradas por el trabajo territorial vinculado a la violencia de género, menores y adolescentes. “Yo soy Psicóloga, otro Abogado, otra compañera Promotora Territorial. Así nos fuimos juntando. Esto es un trabajo. Decidimos organizarlo y formalizarlo. Elegimos el cooperativismo porque es otro modelo de acumulación y distribución que no daña como el capitalismo, sino que nos libera de las subjetividades individualistas y meritocráticas y te cambia la lógica de vivir, básicamente”, expresó Ximena Martínez, integrante de la unidad.
Del total de organizaciones que iniciaron trámites para convertirse en cooperativas, la mayor cantidad proviene de la provincia de Buenos Aires, con 314, le sigue con 118 inscripciones CABA, 89 de Chaco, 88 de Santa Fe, seguida por 77 de Salta, 69 de Jujuy y 62 de Córdoba, entre las más numerosas. Una de las más recientes se inauguró hace dos semanas en Gualeguaychú, Entre Ríos. Se llama Cooperativa Tiempos de Sabores y es la primera cooperativa gastronómica allí. Cuatro mujeres y tres hombres, con experiencia en el rubro, unidos por haber cerrado los tres emprendimientos que tenían por los aumentos elevados de las tarifas y alquileres de los años anteriores. “Es difícil conseguir trabajo a esta edad. Trabajando juntos repartimos gastos, ganancias y riesgos”, contó Patricia Frenais, quien encabeza Tiempos de Sabores.
El logro de producir y generar empleo no es independiente del acompañamiento del Estado. Recientemente la Conarcoop y otras organizaciones cooperativistas fueron recibidas por el ministro de Trabajo Claudio Moroni, con motivo de expresar la necesidad de la extensión del programa de asistencia Línea 1. Se trata del auxilio económico integrado en el Programa de Trabajo Autogestionado (PTA), iniciativa generada en 2004 para impulsar “la generación de nuevas fuentes de trabajo y el mantenimiento de puestos laborales existentes”. Mediante este programa, los trabajadores autogestionados recibieron dos subsidios en mayo y junio de $6500 y luego, ese valor pasó a ser de $16.500, monto alineado al Salario Mínimo, Vital y Móvil. Como no hay indicación oficial de que esta ayuda continúe en el tiempo, el jueves pasado desde Conarcoop esperaron con ansias el encuentro con el Ministerio. “El ministro Moroni expresó su voluntad de extender el programa. La semana que viene pretendemos cerrar una propuesta de continuidad, por lo menos, hasta diciembre”, afirmó el dirigente del organismo.
Además, cuentan con una línea especial de créditos para cooperativas de trabajo a una tasa final del 18%, con un monto total de 2.000 millones de pesos. Mantiene doce meses de pago y un trimestre de gracia.
Aunque esenciales en su labor, las cooperativas habían sido desplazadas de las políticas de crecimiento interno, según explicó Martinez. “Veníamos de cuatro años durísimos para diferentes rubros, como el gráfico y el textil, al abrirse indiscriminadamente las importaciones, y la pandemia nos dio un golpe letal. Pero nosotros pensamos en la economía con un rostro de persona. Hemos ajustado los retiros (similares a salarios mensuales), pero nunca compañeros, porque la salida es colectiva, diferente al abordaje que tuvieron en el sector privado”, alegó el líder de Conarcoop.
La necesidad de cimentar cuestiones legales
Actualmente las diversas cooperativas están reguladas bajo la Ley 20.337, Ley de Cooperativas. Sin embargo, desde la gestión actual se admite que aún faltan mejores bases legales y superar varios desafíos que estas unidades tienen por delante. Para la Revista Autogestión, el funcionario Matias Kulfas aseguró que las cooperativas “están plenamente integradas al desarrollo del país” y que se trabaja en la modernización de la Ley de Cooperativas “para tener un sistema legal mucho más adaptado a las realidades vigentes” ya que el sistema jurídico argentino “no ha logrado todavía adaptarse a algunos aspectos del funcionamiento de las cooperativas”.
En el mismo sentido, Kulfas propuso “tener al sector más presente en la agenda.” “Hay muchas políticas que se implementaban sin tener en cuenta a las cooperativas. Esto no era una cuestión maliciosa o de expulsión conceptual, sino que estaba como en otro mundo en las políticas públicas”, admitió en la entrevista y explicó que, precisamente para superar paulatinamente este obstáculo, la Secretaría de Industria comenzó a vincular las medidas de emergencia para las unidades económicas “más con el Registro Pyme”. Para el Ministro hay dos ejes centrales que beneficiarán a las cooperativas. El primero tiene que ver con la actualización de registros, con el fín de tener un sistema que permita segmentar, formalizar aquellas unidades dentro de la informalidad y dar apoyo y asistencia técnica para los proyectos. El segundo se vincula con ahondar en las cooperativas exportadoras y analizar sus distintas necesidades, diversificar sus exportaciones y ampliar los potenciales mercados por ganar alrededor del mundo. Para realizarlo, resaltó que el INAES debe ser un organismo que “empiece a bajar al mundo cooperativo herramientas cada vez más sofisticadas de apoyo al desarrollo productivo.”
“Nuestro deber fiscal nos ubica como pyme. Cumplimos con todas las cuestiones legales para nuestro funcionamiento y nuestros rubros, pero tenemos un diferencial que es el importante rol de inclusión y una distribución del excedente totalmente diferente al de una patronal o grupo económico”, concluyó el líder de Conarcoop.