En un adelanto del índice oficial y teniendo en cuenta el consumo eléctrico, el Ministerio de Desarrollo Productivo estimó que en la segunda quincena de julio la actividad industrial creció un 2,5 % respecto al mismo mes de 2019. El índice de actividad de las empresas líderes de construcción se disparó un 27% en julio y superó los niveles de 2019 y 2018.
La recuperación de la actividad industrial marcha por arriba de la mayor parte de los países afectados por el COVID-19. El peor mes de Norteamérica y Europa fue abril, con caídas que superaron el 35%. En junio, la industria de Estados Unidos seguía cayendo un 11,2%; la de Alemania, un 14,5%; la de ITALIA, 14,7%; la de Francia, un 12%; la de Japón, un 17,7 % y la de Brasil, un 10.1 %. En Argentina la caída de junio fue del 6,6% y en julio ya creció.
“La economía argentina ingresó en la segunda mitad de 2020 con signos de recuperación mayores a los esperados”, planteó el último informe del panorama productivo, elaborado por el Centro de Estudios para la Producción XXI. La mejora se resalta cuando se tiene en cuenta que la actividad industrial había caído 26,2% interanual en mayo.
Poco después al inicio de la cuarentena del 20 de marzo, el presidente, Alberto Fernández decretó la suspensión de los despidos, lo que fue acompañado por un programa de asistencia al trabajo y la producción (ATP), donde el Estado abona una porción de los sueldos (50% en las tres primeras etapas) de los trabajadores. Estas medidas permitieron que se sostenga el entramado fabril durante una potente crisis y también que ante las flexibilizaciones del aislamiento y signos de recuperación de la demanda, la producción pueda reforzarse. Caso contrario, se hubiera destruido en pocos días una estructura que llevó años desarrollarse.
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El consumo de energía en la industria muestra que la tendencia se acentuó, ya que el uso de este servicio público correlaciona fuertemente con la producción industrial. Tras estancarse en la primera quincena de julio, lo que coincidió con un aislamiento más estricto en el AMBA por la suba de contagios, la actividad industrial repuntó nuevamente a partir del 20 de julio. Las estimaciones indican que en las últimas dos semanas volvió a los niveles prepandemia, incluso con una expansión del 2,5% interanual.
A la par de esto, la actividad de la construcción mostró una recuperación sustancial. La comercialización de materiales mostró tres meses consecutivos al alza, en plena pandemia. Según el informe del Grupo Construya, el Índice Construya registró un aumento del 27% en julio con respecto al mes previo. El indicador desestacionalizado no sólo mostró una recuperación del 13,6% contra 2019, sino que se trata del mayor valor desde abril de 2018.
Desde Desarrollo Productivo consideran varias posibilidades para explicar el fenómeno de la mejoría en la totalidad de la industria, todas ellas complementarias. En primer lugar, entienden que parte de la recuperación se debe a la recomposición de stocks tras el parate de abril y parte de mayo. Un caso testigo es el de la elaboración de cigarrillos, que estuvieron sin actividad entre el 20 de marzo y mediados de mayo, por lo que las disponibilidades en kioscos y comercios estuvieron próximas a agotarse. Por esto, cuando se reinició la producción, las fábricas trabajaron al máximo de su capacidad.
En segundo lugar, observaron una importante demanda en bienes durables ligados al hogar, producto de que las personas pasan más tiempo dentro de sus casas. Esto incluye las ventas con Ahora 12 de muebles, colchones, materiales de construcción o línea blanca, que estaban ya desde mayo en niveles superiores a los de la prepandemia. Esas tendencias se mantuvieron en junio y julio, impulsando una mayor actividad en las fábricas de ese tipo de productos.
Desde la cartera de Matías Kulfas entienden que estos repuntes en bienes durables se explican también porque el precio de los bienes medidos al dólar oficial se contrajo sensiblemente, particularmente si se lo compara con el tipo de cambio bursátil. Para los funcionarios, esto incentivó la demanda de quienes disponen de ahorros en divisas.
Por último, el reporte atribuye que el sector agropecuario tracciona a los proveedores. La fabricación de maquinaria agrícola se expandió 28,4% interanual en junio, lo que impactó también en la industria metalúrgica. La producción de agroquímicos también creció en junio, cuando registró un alza del 13,9% interanual y acumuló una expansión del 12,1% en lo que va de 2020.