El Gobierno analizó las medidas que desplegó para mitigar los efectos de la pandemia, ya enfocados en los sectores más golpeados y las zonas donde se mantiene el aislamiento social obligatorio. Además de eso, evaluó políticas para los rubros aún relegados, como varios de servicios, y estrategias de transición hasta que se recupere la economía. Las provincias vieron un desplome en su recaudación, lo que derivó en transferencias desde el Tesoro nacional para mejorar las balanzas sub-soberanas.
Junto al Presidente, el gabinete económico abordó la situación de los servicios más afectados, como el turismo, entretenimiento y las industrias culturales, para los que comenzaron a definir herramientas flexibles que permitan atender las heterogeneidades, pudo saber El Destape. Estos sectores mantienen un nivel de actividad crítico.
Se evaluaron y rediseñar los instrumentos de sostén económico y social en la agenda postcuarentena que se aplicará luego de este periodo de aislamiento. Como había adelantado este medio, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, preparó una batería de medidas para reactivar la economía golpeada por la crisis, que abarcan desde incentivos para la producción hasta un impulso al consumo, pasando por un programa de infraestructura pública.
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El equipo económico evaluó la inscripción de las empresas para el ATP 3. Ya van 240.000 compañías anotadas, sujetas a la aprobación de acuerdo a los criterios sectoriales y de facturación para esta nueva etapa, pero que representan un total de 2.300.000 trabajadores.
El plan de moratoria integral de AFIP estuvo dentro del temario. Fue diseñado con el objetivo de que las empresas de todos los tamaños puedan reiniciar la producción y así cuidar el nivel de empleo. Desde el Ejecutivo consideran a esta herramienta como vital para que las compañías puedan continuar con la actividad y empujen en la recuperación económica que prevén para los siguientes meses.
Los funcionarios estudiaron distintas líneas de crédito para que las empresas puedan tener acceso a capital de trabajo y retomar los niveles de fabricación a medida que la demanda se recupere. En línea con evitar una caída del poder adquisitivo y poder permitir eso, trabajaron en la prórroga por 60 días de Precios Máximos con acomodamientos vinculados a los costos de las materias primas.
Por último analizaron las transferencias giradas a las provincias. La crisis golpeó la recaudación, tanto de las provincias como de la Nación. Por eso previeron medidas de transición hasta que se recuperen la producción y el consumo.
Las consecuencias recesivas que trajo la pandemia impactaron sobre las cuentas provinciales de modo que la caída de la coparticipación alcanzó el 11,7% en junio en términos reales. Este dato resulta moderadamente alentador en vista de cómo evolucionó previamente. La caída había sido del 11,4% en marzo, 17,9% en abril y 25,9% en mayo, siempre de acuerdo al Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
“Resulta relevante indagar en el peso relativo de estas transferencias sobre el total de los recursos provinciales. Los ingresos provinciales provienen básicamente de dos fuentes: recursos propios y de coparticipación”, remarcó el documento. Los giros por la 'copa' representan una buena parte de los ingresos provinciales y, en promedio, alcanzan el 71,3% del total.
En la reunión que transcurrió esta tarde en la quinta de Olivos estuvieron presentes Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Martín Guzmán, de Trabajo, Claudio Moroni, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Además, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y la titular de AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
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