Los financistas se contactaban con los beneficiarios de planes sociales que tuviesen cuentas, a los que se les ofrecía un pago para la "compra" del derecho a usarlas. En caso contrario se les abrían una en algunos de los bancos digitales, básicamente Trasatlántica y Brubank. "Se recluta teniendo en cuenta el precedente de los arbolitos de la city pero también se sospecha que fueron a barrios populares a ofrecer el negocio", adelantó en exclusiva a El Destape una fuente del sistema financiero. Así funcionaba el negocio de los coleros virtuales, según los primeros reportes que está recibiendo el Banco Central de las entidades obligadas a informar, en el que también habría participación de la banca privada extranjera y nacional.
Desde fines de marzo la compra de moneda extranjera se disparó, duplicando montos y número de operaciones a cada mes. En un contexto de pandemia, donde se registra una caída brutal de ingreso, y en un marco de fuerte restricción a la compra de divisas para ahorro, sólo 200 dólares por mes, el aumento en las operaciones encendió algunas luces de alerta. De acuerdo con el Balance Cambiario del BCRA, las personas humanas demandaron para atesoramiento y viajes al exterior en marzo 147 millones de dólares. En abril la cifra aumentó a 248 millones de dólares y en mayo tocó los 534 millones. Los datos de junio los publicará el Central el 30 de este mes. En abril, además, las compras las habían hecho 1,2 millón de personas y en mayo, unas 2,4 millones.
Las investigaciones llevaron a de dilucidar el uso de cuentas "compradas" para comprar 200 dólares cada una y transferirlos a una o varias cuentas que concentraban los fondos. En su mayoría se trata de cuentas en los denominados bancos digitales. Estos cobraron relevancia en el mercado a partir de ofrecer habitualmente un tipo de cambio menor a la media que publicaba el resto de los bancos, pero el negocio se redujo con el cepo que aplicó el macrismo antes de dejar el gobierno y que se mantiene hasta hoy.
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Estas entidades se caracterizan por ofrecer servicios financieros tradicionales pero con mínimos requisitos de apertura de cuentas y prácticamente sin costo. En la Argentina existen el Brubank (fundado por el ex número 1 del Citibank, Juan Bruchou), Rebanking (del Grupo Trasatlántica), Wilobank (creado por el empresario Eduardo Eurnekian) y el Nubank (de origen brasileño y el más grande de la región). En abril se postergó el arribo de Open Bank (del grupo español Santander).
"El problema es en todo el sistema, no solo Brubank. El más usado es Trasatlántico, pero también usaron a toda la banca privada nacional e internacional y a la banca pública", admitió una fuente oficial del sistema bancario a este medio. Con la compra de las cuentas se armaba una estructura de puntos de acceso a la divisa, recolectoras que reciben las transferencias para concentrarlas en una primera etapa y de allí a un número más reducido de cuentas. Los bancos empezaron a detectar las operaciones e informar al BCRA para que inicie los sumarios pertinentes.
El viernes la autoridad monetaria que conduce Miguel Pesce suspendió a más 362 números de CUIT y DNI de personas que recibieron pesos, los cambiaron a dólares y luego transfirieron las divisas. "Automáticamente quedan inhabilitados para operaciones en dólares. La causa prescribe en seis años, así que si no hay sentencia por lo menos ese período no pueden comprar dólares", reconocieron fuentes oficiales. Técnicamente son acusados por "falsas declaraciones en operaciones de cambio" y a los organizadores "operar en cambios sin autorización". La sentencia la dictan los juzgados penales económicos (CABA) o federales en el interior.