La Corte Suprema dejó en el árbol navideño de Horacio Rodríguez Larreta un obsequio multimillonario para usar en campaña el año próximo. El máximo tribunal concedió una cautelar que ordena entregar a la Ciudad de Buenos Aires el 2,95 por ciento de la masa de fondos coparticipables, un corte a medio camino entre lo que recibe actualmente (un 2,32 por ciento del total de los recursos) y lo que pretende el Gobierno nacional (un 1,4 por ciento), cuyo resultado final deberá definirlo también la Justicia. Los fondos al distrito más rico del país habían sido elevados del 1,4 por ciento histórico al 3,5 por ciento mediante un decreto del ex presidente Mauricio Macri. Alberto Fernández lo recortó al 2,32 por ciento y Larreta llevó el caso a la Corte.
Estas medidas discrecionales fueron posibles ante la procrastinación o la imposibilidad de distintos gobiernos nacionales para impulsar una reforma en el reparto de la recaudación con un sesgo más federal y equitativo de acuerdo a las necesidades de cada jurisdicción. La concepción de que la coparticipación debe guardar una relación estrecha al producto geográfico que genera es de un extremo unitarismo y falta de solidaridad con provincias que no cuentan con recursos naturales para explotar. No es lo mismo lo que pueda recaudar provincias petroleras o con alta concentración de la actividad financiero (como CABA) que otras sin ningún recurso y escaso desarrollo económico.
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El ajuste en el reparto de la coparticipación fue para financiar el aumento de los ingresos de la provincia de Buenos Aires para incrementar los salarios de las fuerzas policiales. Desde el Gobierno nacional sostienen que, además, se buscó reducir la inequidad que generó Macri al elevar arbitrariamente los fondos que, en términos absolutos, equivalían a unos 86.000 millones de pesos anuales de ese entonces (fin de 2020). La Corte ahora les permite recuperar la mitad (a valores constantes) de esos fondos.
La ley actual no copa
La ley 23.548 (de Coparticipación) se conforma con lo “producido” de la recaudación de todos los impuestos nacionales existentes y quedan exceptuados de la masa coparticipable los derechos de importación y exportación por cuanto constituyen recursos exclusivos del Estado nacional por imperativo constitucional y aquellos cuya distribución, entre la Nación y las provincias, esté prevista o se prevea en otros sistemas o regímenes especiales de coparticipación.
Los impuestos y contribuciones nacionales con afectación específica tampoco están incluidos, como así los impuestos y contribuciones nacionales cuyo “producido” se afecte a la realización de inversiones, servicios, obras y al fomento de actividades, que se declaren de interés nacional por acuerdo entre la nación y las provincias.
De esa masa coparticipable surge la distribución primaria, a la que hace alusión la Corte, y representa la división entre Nación y provincias de esos recursos. El máximo tribunal dice que el aumento a CABA debe provenir de lo que se queda Nación y no afectar a otras provincias (como podría ser en este caso la provincia de Buenos Aires). La “coparticipación primaria” (el reparto entre la nación y las provincias) se establece en un porcentaje del 42,34 por ciento para el Estado nacional y un 54,66 por ciento para las diversas jurisdicciones locales.
En lo que refiere a la coparticipación secundaria (la distribución entre las provincias), de acuerdo con el artículo 4 de la Ley, se reparte de la siguiente manera: Buenos Aires recibe el 19,93 por ciento; Catamarca, 2,86 por ciento; Córdoba, 9,22 por ciento; Corrientes, 3,86 por ciento; Chaco, 5,18 por ciento; Chubut, 1,38 por ciento; Entre Ríos, 5,07 por ciento; Formosa, 3,78 por ciento; Jujuy, 2,95 por ciento; La Pampa, 1,95 por ciento; La Rioja, 2,15 por ciento; Mendoza, 4,33 por ciento; Misiones, 3,43 por ciento; Neuquén, 1,54 por ciento; Río Negro, 2,62 por ciento; Salta, 3,98 por ciento; San Juan, 3,51 por ciento; San Luis, 2,37 por ciento; Santa Cruz, 1,38 por ciento; Santa Fe, 9,28 por ciento; Santiago del Estero 4,29; por ciento y Tucumán, 4,94 por ciento.
El artículo 8 de la Ley establece que la Nación, de la porción que le corresponde de su coparticipación primaria, entregará a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y a Tierra del Fuego “una participación compatible con los niveles históricos, la que no podrá ser inferior en términos constantes a la suma transferida en 1987”. Ese valor para la Ciudad era el equivalente al 1,4 por ciento de la masa a distribuir. Por decreto, en 2016, Macri estableció el coeficiente para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en un 3,75 por ciento sobre el monto total recaudado.
Cuáles jurisdicciones recibieron más
Las transferencias automáticas a provincias y CABA acumulan a noviembre un alza real del 6,8 por ciento. Los envíos automáticos de recursos de origen nacional (coparticipación, leyes especiales y compensación del Consenso Fiscal) enviadas al consolidado de provincias y CABA totalizaron en noviembre 2022 unos 688.644 millones de pesos, récord histórico en moneda corriente. En comparación con igual mes del año anterior, exhiben un incremento nominal del 106 por ciento, cuando los envíos fueron por 334.241 millones. A descontar la inflación del período (estimando un alza del IPC de noviembre), la variación real mostró una suba superior al 6 por ciento.
En términos absolutos, el acumulado de las transferencias automáticas a todas las jurisdicciones alcanzó los 5,7 billones de pesos, de los cuales 124.957 millones de pesos los recibió la Ciudad.
Los envíos por coparticipación federal de impuestos alcanzaron los 642.772,7 millones de pesos en noviembre y explican el 93 por ciento del total de los envíos automáticos totales a las 24 jurisdicciones, con una expansión interanual del 111,2 por ciento nominal y del 8,6 por ciento real al descontar la inflación del período. La masa coparticipable bruta se conforma del 100 por ciento de lo recaudado del Impuesto a las Ganancias, el 89 por ciento del Impuesto al Valor Agregado (IVA), el 100 por ciento de los Impuestos Internos Coparticipables y otros impuestos menores.
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Las 23 provincias y CABA exhibieron subas interanuales en términos reales, pero muestran una amplitud de 4,9 puntos porcentuales en las tasas de crecimiento: los pisos fueron del 3,3 por ciento (Misiones) y el techo llegó al 8,2 por ciento con CABA. “Al igual que se observó en los meses previos, la mayor suba de la ciudad autónoma se explica principalmente por efectos casi nulos de los débiles desempeños de las leyes especiales, ya que distrito solo participa de uno de sus componentes (impuesto a los Combustibles Líquidos afectados a FONAVI)”, según el último informe de la consultora Politikon.
Ante una mejor performance general de los envíos por Coparticipación, el resultado global es considerablemente superior para este distrito, además de tener un impacto menor del IPC correspondiente a su región.
Por su parte, las transferencias no automáticas del Estado nacional a las provincias y CABA acumulan hasta noviembre los 730.881,9 millones de pesos, con un alza 45,2 por ciento interanual. La provincia de Buenos Aires se quedó con el 42 por ciento del total del reparto, seguida por CABA (10,2 por ciento) y Tucumán (5,4 por ciento). Pese a contar con una de los mayores porcentajes de coparticipación y el mayor PBI per cápita, el distrito más rico del país sigue sin emerger como una urbe próspera, con menos inequidades y más oportunidades para todos sus habitantes. Por el contrario, evidencia menores recursos invertidos en Salud, Educación, espacios verdes y Cultura.