El Plan Integral de Seguridad que anunció Axel Kicillof, por el cual casi 40 mil efectivos y efectivas policiales percibirán $44 mil de sueldo, $5 mil más para la compra de uniformes, y cada hora extra CORES tendrá un valor de $120, se pudo realizar luego que el presidente Alberto Fernández decidiera quitarle un punto de coparticipación de Capital Federal para restaurárselo a la provincia más poblada de la Argentina.
Cierto es que el entonces presidente Mauricio Macri, luego de haber asumido el 10 de diciembre de 2015, esperó 39 días después y, en pleno verano modificó la coparticipación de CABA. A través del decreto 194 casi que triplicó el porcentaje: del 1,4% lo llevó al 3,75%. En marzo de 2018 la redujo al 3,50%.
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A la ciudad más rica del país le dio excesivos recursos que empobrecieron al resto de las provincias. Un análisis económico que realizaron desde Gobernación y a la que accedió El Destape, específicamente los recursos de Origen Nacional per cápita en 2015 eran de unos $5 mil millones para la provincia de Buenos Aires mientras que Capital Federal recibía $2.800 millones, es decir un 44% menos.
En 2019 Cambiemos demostró favoritismo por CABA en el dinero que le giró Nación a los distritos. La ciudad gobernada por Horacio Rodríguez Larreta recibía un poco más de $27.000 millones, 32% más que los $20 mil millones que le quedaron relegados a la provincia de Buenos Aires.
Entonces, la decisión de Alberto Fernández ¿Fue tan abrupta y descabellada como planteó un espacio político o sólo intento equilibrar una desigual balanza entre una ciudad con unos 3 millones de habitantes y 135 distritos poblados con 17 millones de personas? La respuesta se verá reflejada con el correr del tiempo y en el uso que se hizo de los nuevos fondos bonaerenses.
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