El Gobierno puso en marcha la resolución que penaliza el supuesto cobro indebido de tasas municipales en los tickets de consumo de estaciones de servicio. La medida se enmarca en la cruzada del ministro de Economía, Luis Caputo, contra los intendentes del conurbano bonaerense. En la semana, el funcionario también amenazó con el cierre de sucursales del Banco Nación que se hallen en partidos que implementen este tipo de impuestos.
Según pudo confirmar El Destape, la Secretaría de Comercio habilitará un canal para las denuncias para poder iniciar sumarios a quienes incluyan tasas en los cobros. Altos funcionarios del Ministerio de Economía y representantes de la Confederación del Comercio de los Hidrocarburos (CECHA) se habían reunido el 20 de septiembre para delinear esta medida.
Los representantes de la CECHA, que agrupa a 5.296 estaciones de servicios de todo el país, mostraron su indignaicón por el modo en que los municipios "les imponen cobrar y liquidar tasas locales en los tickets de venta de combustible". Las autoridades del Palacio de Hacienda les aclararon que la resolución 267/2024 indica que solo se puede cobrar por el servicio y bien que se provee, más los impuestos nacionales que tributa todo producto.
Después de aquel cónclave, los funcionarios y los miembros de la Confederación habían acordado asegurar el cumplimiento de la medida en todo el país. Una fuente cercana al Gobierno dijo a este medio que la tasa municipal "nunca se debió cobrar", amparado en la ley de defensa del consumidor. Por ese motivo, en La Libertad Avanza se comprometieron a realizar "fiscalizaciones y actuar ante denuncias".
El detrás de escena de las tasas
Desde el sector hidrocarburífero fundamentan que el cobro de tasas -que se aplica hace cinco años, aproximadamente- se ubican en un promedio del 2 por ciento, pero que en ciertas intendencias ascienden al 4,5 por ciento. Lo que sucede es que los municipios emiten ordenanzas que aumentan el costo final del servicio que ofrecen las estaciones de servicio, quienes son categorizadas como agentes de recaudación y se ven obligadas a tributar.
A contramano, el argumento en contra de esta medida es que el servicio de los estacioneros ya cuenta con el impuesto al combustible (ICL), el cual es coparticipable con las provincias, que luego derraman en los municipios. Los intendentes explican que quitar el cobro de tasa implicaría profundizar aún más el derrumbe de la recaudación que sufren, consecuencia de la reducción de fondos que gira Nación a Estados provinciales en diversas partidas y la recesión que planchó el consumo.
En un mapeo general que poseen las empresas, la concentración del cobro de tasas se enfoca en el primer y segundo cordón del conurbano bonaerense, donde no piensan dar marcha atrás con el impuesto adicional. Existen otras regiones donde también se aplica la tasa, como en Neuquén, Rosario o Mar del Plata. Una manera de hacer caja con un consumo que la población no puede evitar, como el combustible.
Cierre de sucursales del Banco Nación
Casi en paralelo, Caputo sostuvo que la administración nacional seguirá cerrando sucursales del Banco Nación en aquellos municipios que cobren tasas municipales. “El presidente Javier Milei me pidió que cerráramos las sucursales del Banco Nación de aquellos municipios que insisten con abusar de sus vecinos mediante subas de tasas municipales injustificadas, que además esconden en servicios nacionales. Ya he hablado con el presidente del Banco Nación, Daniel Tillard, quién será el encargado de llevar adelante esta medida”, manifestó Caputo.
El cierre de sucursales del BNA deja más aislada a la población del país, sobre todo teniendo en cuenta que la entidad financiera llega a los lugares más recónditos del país. De hecho, el Nación es el principal pagador de las prestaciones de Anses, con aproximadamente el 26 por ciento de usuarios.
Una fuente cercana a la Anses dijo no tener información sobre sucursales que vayan a cerrar. Cuando se cierra una sucursal, el organismo previsionalo le ofrece una boca de pago alternativa y, luego, la persona se puede cambiar a la entidad que quiera. Se privilegia una boca de pago cercana de la misma institución. Si no hubiera, se le ofrece otra institución. En conclusión, una nueva forma en la que el retiro del Estado le complicada la vida cotidiana a las personas.