Tras el anuncio del control de precios de la Secretaría de Comercio Interior se suscitaron reuniones entre el Gobierno y las cámaras que agrupan a los almaceneros y los mayoristas. El objetivo es desarmar los cortocircuitos que impiden que el congelamiento de los valores se plasme en los negocios de cercanía que frecuentan los consumidores.
Desde la Federación de almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), su presidente, Fernando Savore, criticó que les venden los productos más caros de lo que debe ser el valor final o a un nivel similar que les impide cubrir los costos de operación. “Fuimos con la lista a relevar el precio a los mayoristas y nos enteramos de que nos están cobrando prácticamente lo mismo que el precio que tenemos que ofrecerles a los consumidores”, explicó a El Destape.
“Los mayoristas y distribuidores pusieron el precio que está fijado como venta. Parece que se olvidaron que deberían ser un eslabón de la cadena. En definitiva, lo que vemos es que, en vez de bajar para que nosotros podamos comprar, subieron para llegar al precio máximo”, acusó el también vicepresidente de Confederación General Almacenera Nacional. “Le llevamos boletas a la Subsecretaria de Comercio Interior para que vea que es imposible para nosotros subirnos a un programa en el que no tenemos rentabilidad”, contó. Y agregó: "Fuimos los primeros en pedir que frene la inflación, pero no vamos a poder cumplir con esta medida”.
Una situación similar les había ocurrido a los comercios de cercanía con un anterior programa del Gobierno, pero a menor escala. “Con Súper Cerca teníamos un margen de remarcación muy bajo para la leche, pero se trataba de un solo producto y que es para los niños, así que lo hicimos sin problema. El tema es que con 1.400 artículos no podemos”.
Desde los mayoristas tienen una visión dispar sobre su relación con los almaceneros. Hay voces que apuntan que este tipo de acuerdos ayudan a las grandes cadenas, lo cual deja en evidencia otros flujos que remarcan precios que inciden en el costo final que pagan los negocios de cercanía. Más allá de las disputas que pueda haber con “el negocio”, señalan que el problema de fondo es la concentración en la venta de insumos. Para ejemplificar, en noviembre habrá una suba del 15% para el cartón, lo cual afectará a toda la cadena.
Otra voz del sector reconoció a este medio que, de la lista total de productos, apenas comercializa 600, de los cuales en cerca de 430 tienen precios por debajo del inventario oficial y con los restantes trabajan con los proveedores para reducirlos. Las compañías que redujeron el precio les avisaron que en principio sería por un mes. Algunos proveedores conceden descuentos para alcanzar los precios del listado oficial y a su vez ellos resignan algo de margen.
“Tenés que hablar a nivel fabricación; el resto de la cadena es más fácil de acomodar después”, planteó a este medio Víctor Pérez, representante de la Feria Minorista del Mercado Central. Antes que nada aclaró que a la resolución de la Secretaría de Comercio la interpreta como “una buena medida y a los precios planteados se puede llegar”.
“El Gobierno se tiene que sentar con algunos productores, los que plantearon inconvenientes”, propuso Pérez, encargado de la concesión más grande de venta minorista del país. “El problema está en si les planteás que produzcan a pérdida. En ese caso, si no se puede cumplir con algún producto por los costos, que se reemplace en la lista por otro”, razonó. Ante esto les pidió comprensión a los empresarios: “Todos tenemos que resignar una parte de la ganancia para que tenga éxito esta medida y se recomponga el salario de la gente y así se dinamice el consumo. Ya trabajamos a pérdida mucho tiempo y estamos vendiendo menos que antes de la pandemia; por eso este es momento de apoyar una medida que está a favor del trabajo”.
Desde la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales (ENAC) coincidieron con este acercamiento, pero fueron un paso más allá. Su presidente, Leo Bilanski, sugirió abrir los costos de la cadena de valor para conocer cuáles eslabones distorsionan los precios al consumidor. Al presentar los resultados de la encuesta Pyme del tercer trimestre, graficó lo que sucede con el papel corrugado, donde se conserva un monopolio en la producción. “A principios de octubre aumentó 5% y la semana pasada otro 10%. Ahí el que tiene que actuar es el Estado”, solicitó.
Por esto postuló como clave congelar los insumos difundidos de las grandes empresas durante 2021. “El Gobierno tiene que juntarse con los monopolios y analizar sus costos, no con las miles de PYMES que les compran. Nosotros también tenemos que estar sentados en esa mesa no para defender a las multinacionales, sino al Estado”, proyectó Bilanski.
“Creemos que la inflación está vinculada por la parte monetaria y con una parte que tiene que ver con la apropiación indebida de renta ¿Cómo puede ser que 1.500 empresas se queden con renta indebida?”, se preguntó ante la consulta de El Destape. Señaló allí a grandes industrias e hipermercados, pero también al sistema bancario, al que le endilgó que “no está colaborando con el Gobierno nacional para fomentar la industria”.
“El congelamiento de precios es el primer paso de una maratón que tiene que dar Feletti. Nosotros no sólo lo alentamos, sino que lo apoyamos para que dé el segundo”, reforzó Bilanski. Ante esto, pidió por la plena aplicación de la ley de góndolas, de cuya sanción ya pasó un año y medio. “Si estuviera, más PYMES podrían competir y la inflación sería menor a la actual”.
La CTA contra la Copal
Diferentes organizaciones sociales, sindicales y políticas encabezadas por la CTA de la Ciudad de Buenos Aires se concentraron en el centro porteño, frente a la sede de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal), la asociación empresaria que reúne a las principales industrias del sector, para expresar su respaldo al conjunto de precios de alimentos fijado por 90 días dispuesto por el Gobierno.
"Estamos expresando nuestro apoyo al congelamiento porque lo intentan boicotear privilegiando sus enormes ganancias, incluso a costa del hambre de millones de compatriotas. Prefieren venderle muy caro a cada vez menos, que venderles a precios razonables a cada vez más", indicaron los organizadores de la protesta en un comunicado conjunto. Bajo la consigna "Con los alimentos no se jode", participaron de la protesta ATE-Capital, UTE-Ctera, los trabajadores y las trabajadoras del Subte (Agtsyp) y el Movimiento Popular La Dignidad, entre otros. El secretario general de ATE-Capital, Daniel Catalano, planteó que "hoy el empresariado tiene que aceptar el congelamiento de precios de los alimentos, en defensa del alimento en la mesa de los argentinos".
"Los alimentos aumentaron de manera desmedida", consideró el dirigente gremial en declaraciones al El Destape Radio. A la vez, reiteró que "el empresariado tiene que aceptar el congelamiento de precios, porque nosotros vamos a paritarias y después se licua en las góndolas".