Las familias adelantan consumo para ganarle a la inflación, con la mirada puesta en el tipo de cambio. Un informe de la consultora Ecolatina explica que la aparición de los rubros exceptuados además de los esenciales y la adaptación a la venta on-line de muchas empresas permitió a las familias "adelantar compras". La pandemia y la cuarentena golpearon fuertemente a un consumo privado que ya arrastraba dos años seguidos en rojo. Sin embargo, su efecto no fue homogéneo entre los distintos sectores ni a lo largo del tiempo: por el contrario, la crisis afectó de manera heterogénea a los distintos rubros.
En un primer momento, los sectores no esenciales fueron los más afectados: actividades cerradas sorpresivamente -por definición, la pandemia fue inesperada-, con ventas que se cayeron a casi cero entre fines de marzo y comienzos de abril. Sin embargo, y en sentido opuesto, el aislamiento impactó positivamente sobre el consumo masivo.
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Pasado el boom inicial del consumo masivo que trajo la pandemia, sus indicadores empezaron a mostrar algunas señales de retroceso. Segun el índice de Nielsen Express, el consumo en supermercados cayó tanto en agosto (-3,3% interanual) como en septiembre (-2,5%.), a la par que el rubro medicamentos hizo lo propio en el octavo mes del año (-3,7%).
En sentido contrario, la disparada de la brecha entre el tipo de cambio oficial y los precios del dólar financiera comenzó a generar la percepción de que la divisa está barata, "aun cuando los fundamentos macroeconómicos no hubieran cambiado sustancialmente". "De la misma forma, la escasez de opciones de ahorro en un escenario de exceso de liquidez, los temores devaluatorios y las posibilidades de comprar dólares oficiales mediante el acceso a bienes importados impulsaron el consumo de productos durables", explica la consultora privada.
El informe refleja un mejor desempeño "de aquellos rubros vinculados a consumos dentro del hogar -electrodomésticos, equipos electrónicos, etc.- que a los que sirven para uso exterior, como autos o motos". "La incertidumbre mencionada en la etapa anterior cedió paso ante las necesidades o utilidades, evidentemente", agrega Ecolatina.
En esto contexto repuntó la compra de muebles, colchones, insumos vinculados al mantenimiento y reparación de la vivienda, como pinturas, cemento o ladrillos huecos. Según las cifras del INDEC, en agosto la producción de pinturas trepó 24,2% interanual y la de muebles y colchones (13,6%); el consumo aparente de ladrillos subió (17,2%) y los despachos de cemento en bolsa (asociados a pequeñas refacciones o a la autoconstrucción) avanzaron (8,2%), mostrando un rebote generalizado del sector.