El desplome del consumo minorista, la contracara de la baja de la inflación

Mientras el Gobierno celebra que la inflación de abril puede haber vuelto a ser de un dígito, las ventas minoristas de las pymes volvieron a derrumbarse el mes pasado, mostró la CAME.

05 de mayo, 2024 | 20.19

El Gobierno festeja que, según los pronósticos de todas las consultoras privadas, la inflación volvió a desacelerarse en abril, cuando podría haber caído a niveles de un dígito por primera vez en la era de Javier Milei. Sin embargo, la contracara es una marcada retracción del consumo minorista pyme, que se repitió el mes pasado según muestra un nuevo informe de la CAME.

Hubo “dos semanas seguidas de deflación” en abril, destacó el Presidente días atrás al dar su discurso en la Fundación Libertad y Progreso. Efectivamente, un informe privado, elaborado por la consultora LCG, midió que la última semana del mes pasado hubo deflación del 1% en los alimentos y bebidas, es decir, una baja absoluta de su precio.

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En este escenario, la mayoría de los analistas prevén que la suba de precios de abril haya cerrado en el orden del 8 o 9%, entre dos y tres puntos por debajo del 11% que midió el Indec para marzo (la cifra oficial se conocerá recién el 14 de mayo). Según un relevamiento que hizo El Destape, la inflación de abril fue del 8,7% para C&T, del 9% para LCG, de entre el 7 y el 9% para Sarandí, de entre el 9 y el 9,9% para FIEL.

Lo más auspicioso para el Gobierno es que la suba de precios fue todavía menor tomando solo la inflación núcleo, que omite los precios regulados y los estacionales. Según C&T, en esta categoría la inflación fue del 6,9%, la más baja desde julio de 2023.

El derrumbe del consumo en abril

Pero el proceso de continua desaceleración inflacionaria que se viene viendo desde diciembre, tras el pico del 25,5%, tiene más de un asterisco. En primer lugar, es acompañado por varias postergaciones de actualizaciones tarifarias, como fue el caso del transporte público en el AMBA durante abril. Además, algo parecido sucedió con los combustibles, rubro en el que el Gobierno resolvió demorar la paridad de exportación para las petroleras para aplicar únicamente aumentos de impuestos, de impacto menor.

Aun así, el principal factor de la baja inflacionaria no es otro que la depresión del consumo: según el relevamiento de la CAME que se conoció este domingo, las ventas minoristas de las pymes cayeron un 7,3% interanual en abril

Se trata de una tendencia que ya había ocurrido bajo el gobierno peronista durante todo 2023 (la última suba interanual ocurrió en diciembre de 2022), pero que se profundizó enormemente tras la asunción de Milei. De hecho, las ventas habían caído 13% interanual en diciembre, 28,5% en enero, 25,5% en febrero y 12,6% en marzo.

La desaceleración progresiva de la caída implica que hubo un pequeño repunte de las ventas minoristas, del 1,6%, respecto a marzo. Pero, en el global de los cinco meses que lleva Milei, la caída fue del 18%. "El comercio minorista sigue sintiendo la dinámica decreciente del poder adquisitivo de los consumidores, que han recortado gastos en todos los rubros" excepto el textil, advirtió la CAME al respecto.

Como sea, queda cada vez más claro que el mayor ancla anti inflacionaria para Milei y Caputo no es la fiscal, la monetaria ni la del tipo de cambio, sino el desplome de las ventas: los precios bajan porque la gente ya no tiene con qué comprar ante el desplome del salario real.