En abril comenzó a exhibirse el primer impacto de las restricciones en la circulación en el comercio interno, aunque lejos del congelamiento que se exhibió un año atrás con medidas más estrictas de aislamiento. El mes pasado las ventas en las minoristas pymes cayeron un 8,3 por ciento respecto a marzo previo, pero se mantuvieron un 40 por ciento por encima de abril del año pasado, informó este domingo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
De acuerdo con el relevamiento de la cámara empresaria, en abril se produjo un incremento de ventas en todos los rubros, con comparación con esta altura del año pasado donde la actividad de los comercios fue la más baja del 2020. A fines de marzo de dictó una cuarentena estricta que congeló la actividad económica. Frente a una segunda ola de contagios, el Gobierno aplicó restricciones menos estrictas y con menor impacto en la actividad productiva.
"En la comparación mensual abril-marzo 2021, las ventas cayeron 8,3 por ciento, un retroceso originado en parte por la estacionalidad de la época", señaló la CAME. La entidad remarcó que las ventas aún se mantienen 26,8 por ciento por debajo de abril de 2019. "La medición refleja el promedio nacional, y la situación en AMBA es aún más complicada, en virtud de las nuevas restricciones que afectaron significativamente a diversos sectores", señalaron desde la entidad pyme.
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Respecto a igual mes del año pasado, se encuentran en mejor situación los rubros "calzado y marroquinería", con una mejora de 69,9 por ciento, tras el desplome de casi 80 por ciento en abril de 2020, rebotó impulsado principalmente por la demanda de calzado escolar. Otro rubro con fuerte crecimiento fue "mueblerías, decoración y artículos para el hogar", con un alza de 70,4 por ciento, si bien se mantiene un 63,5 por ciento por debajo de los niveles de ventas de abril 2019.
"Alimentos y bebidas", un rubro que tuvo un impacto menor por el aislamiento preventivo y obligatoria en el arribo de la pandemia, tuvo un incremento de ventas de 4,7 por ciento interanual en abril, y apenas solo 4,3 por ciento debajo del mismo mes de 2019. "En aquel entonces, habían bajado 8,6%, siempre midiendo a precios constantes, por eso la tasa de recuperación es bastante inferior al resto. Incidió mucho la baja en la venta de carnes y el desplazamiento de la demanda hacia los canales mayoristas y online de grandes supermercados", precisó la entidad.
Por su parte, el rubro "electrodomésticos, artículos electrónicos, computación, celulares y accesorios", que incrementó sus ventas 58,7 por ciento interanual medido en cantidades (a precios constantes).
El rubro "textil e indumentaria" tuvo una mejora interanual de 65,6 por ciento y el rubro "ferretería, materiales eléctricos y materiales para la construcción" tuvo un ascenso anual de 27,7 por ciento, pero registra aún una caída de 22,7 por ciento si se lo compara con 2019.
CAME destacó que el 58 por ciento de las empresas relevadas tuvo problemas de abastecimiento, con un plazo promedio de demoras de 28 días, siendo el sector textil indumentaria uno de los más afectados, con un promedio de 40 días de atrasos. "La recuperación de ese sector podría ser más rápida si no se viera limitada por la falta de productos", asegura en el informe.