En una señal de reactivación de la economía, los despachos de cemento registraron un crecimiento del 18,8% interanual en agosto, informó este martes la cámara de fabricantes del insumo, a la vez que mantuvo en 19% su pronóstico de expansión para todo 2021, cuando hasta junio se proyectaba un aumento anual de 15,1% y en enero pasado se estimaba un alza para todo 2021 de sólo 5,7%.
La mejora de la demanda interna registrada por la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP) fue de una magnitud muy superior a la esperada durante el verano y el otoño pasados, y anotó en los primeros ocho meses del año un salto interanual de 36,5%.
Este año la industria cementera prevé despachar más de 11,7 millones de toneladas (450.000 por encima de lo que se vaticinaba en junio). De ese modo los empresarios del rubro esperan dejar atrás tres años consecutivos de caídas, primero por la recesión económica y luego por el impacto de la emergencia sanitaria.
Los despachos de cemento proyectados para el corto plazo sobrepasarán los niveles del período pre pandemia, teniendo en cuenta que durante 2019 totalizaron 11,1 millones de toneladas.
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La mejoría reciente en la actividad se produce tras el derrumbe del año pasado, que limitó los despachos a 9,8 millones de toneladas, y superada la etapa de recuperación se convertirá en un crecimiento real, según la expectativa de los fabricantes (las empresas Loma Negra, Holcim, Cementos Avellaneda y PCR). Esas compañías confían en que se consolide la tendencia hacia una paulatina reactivación de la construcción, verificada desde comienzos de año.
Para los próximos meses y en los pronósticos sobre 2022 se mantiene la confianza en mantener el ritmo de avance, tanto en las obras privadas como en las públicas de infraestructura (principalmente viales, energéticas y de viviendas), en todo el país. Durante enero-agosto se acumularon despachos totales de cemento por casi 7,6 millones de toneladas (99,8% dirigidos al mercado local).
La capacidad instalada actual de la industria permitiría producir 15,3 millones de toneladas anuales de cemento (1,27 millón por mes) y fue aprovechada en agosto (con 1.096.000 toneladas despachadas) en un 85,8%, cuando en junio la relación fue del 76,3%.
El ritmo de la actividad del sector cementero en los últimos meses contrasta con el freno experimentado durante el momento pico de la cuarentena por el coronavirus: en mayo de 2020 la capacidad fabril sólo se utilizó en un 52%.
Pese al repunte reciente, la industria no podrá equiparar aún los máximos niveles productivos alcanzados en los años previos al desplome, que comenzó en agosto de 2019, tras la devaluación del peso dispuesta por el Gobierno anterior, luego de las elecciones primarias de ese año. Desde entonces se agravó el cuadro recesivo iniciado en 2018, año en que los envíos de cemento al mercado decrecieron 1% frente a 2017, según las estadísticas de la AFCP.
En todo 2019 el descenso interanual de los despachos de cemento fue de 6,1%, mientras en 2020, por la llegada de la Covid-19, se anotó una baja de 11,1% frente a los doce meses previos.