El macrismo, ahora en su rol opositor, se pronunció en contra del impuesto a las Ganancias para trabajadores y trabajadores del país. En el marco de la actual crisis sanitaria, el senador de Juntos por el Cambio, Pablo Blanco, reflotó la iniciativa de eliminar el impuesto a las Ganancias para los trabajadores en relación de dependencia para reactivar el consumo interno. La iniciativa es acompañada por otros legisladores de dicho espacio, que durante su administración duplicó el número de trabajadores y trabajadoras alcanzados por este impuesto.
En plena campaña presidencial Mauricio Macri hizo un spot publicitario en el que prometió que los trabajadores no pagarían más el impuesto a las Ganancias. Al irse del poder, la cantidad de trabajadores que tributaba se había elevado a 2,4 millones, el doble de lo que recibió en 2015 (1,2 millones). Ahora un senador propone eliminar por ley a 2,2 millones de trabajadores, la mayoría generados por este espacio en la administración pública.
"Este proyecto le da al gobierno una herramienta importante para ayudar a levantar al país en este gravísimo contexto de crisis. Esperemos alcanzar el consenso necesario para implementar esta medida que favorecerá a 2,2 millones de personas y así contribuir a reconstruir la economía", sostuvo Blanco. "Todos los gobiernos repiten hasta el hartazgo que el impuesto no puede ser eliminado porque la caída de la recaudación haría un daño muy grande a las finanzas estatales y es aquí donde radica el error", agregó el senador, sin incluir en su racconto a la promesa de Macri.
El proyecto fue acompañado por los senadores cambistas Luis Naidenoff, Mario Fiad, Stella Maris Olalla, Claudio Poggi, Silvia Elías de Pérez, Pedro Braillard Poccard, Silvia del Rosario Giacoppo, María Belén Tapia, Alfredo De Angeli, Víctor Zimmermann, Juan Carlos Marino y Eduardo Costa.
El proyecto ingresó por mesa de entradas y será la Dirección General de Comisiones la que defina a qué comisión se destinará, pero fuentes cercanas al legislador afirmaron que seguramente será despachado a la comisión de Presupuesto y Hacienda.
"Eliminar este impuesto que ha sido fuente de protestas e incansables reclamos de la gente, de sindicatos, podría traducirse en una mejora de la calidad de vida de los empleados, y por consiguiente un beneficio a su entorno y este a su vez en otros empujando la economía hacia adelante e impulsando el país al progreso”, finalizó Blanco en la presentación.