En el marco de los conflictos que atraviesan los trabajadores en medio de la cuarentena, el Sindicato de la Alimentación (STIA) filial Córdoba volvió a reclamarle a la empresa Arcor con un paro de dos horas. Denuncian incumplimiento en el pago de salarios y de derechos laborales.
Bajo el pretexto del aislamiento social, los encargados de seguridad de la planta de Bagley intentaron detener al titular del STIA, Héctor Morcillo. La excusa fue que no los empleados pueden acudir a las entidades porque no desarrollan una "actividad esencial".
Desde el sindicato reclamaron por el incumplimiento sobre salarios, presentismo y otros ítems del convenio colectivo. Por ello, declaró el estado de alerta para los trabajadores de Arcor y analiza la aplicación de otras medidas.
Además de no pagar el presentismo y el diferencial por hora nocturna a grupos de riesgo, la empresa se niega a abonar las licencias de los trabajadores que poseen niños y niñas a su cargo.
Los conflictos gremiales recrudecieron en las últimas semanas, en paralelo a la profundización de la cuarentena. De hecho, la UIA y la CGT vienen de llegar a un acuerdo para definir el tope del descuento salarial de los trabajadores suspendidos por falta de tareas: 25% del sueldo neto.
En consecuencia, la UOM decidió suspender trabajadores sin tareas con el pago del 70% del sueldo. A raíz de ese arreglo, en la planta de la multinacional Acindar de La Tablada, donde los trabajadores votaron en contra de lo que firmó el gremio, la empresa no les renovó el contrato a seis empleados y le descontó a todo el personal entre un 35 y 40% del sueldo.
En ese contexto, el presidente, Alberto Fernández, se reunirá con los líderes de la CGT y la UIA, la Cámara de Comercio, la Cámara de la Construcción, la Asociación de Bancos, la Sociedad Rural y la Bolsa de Comercio, en la quinta de Olivos. Será para ganar respaldo político a días de la respuesta de bonistas extranjeros a la oferta de reestructuración de deuda realizada por el Gobierno.