El Ministerio de Trabajo dictó Conciliación Obligatoria por 15 días en el conflicto laboral que tiene a la empresa Garbarino como protagonista ya que busca desprenderse de casi dos tercios de su fuerza laboral. Además, se informó que habrá una audiencia para el día 17 de noviembre a las 17.
La cadena, que supo ser líder en el mercado de electrodomésticos, planeaba enviar 1.800 telegramas de despidos, lo que implica desprenderse de casi dos tercios de su fuerza laboral. La decisión de la firma controlada por Carlos Rosales es cerrar todos los locales de Garbarino para quedarse apenas con una docena de tiendas de Compumundo (la segunda cadena del grupo) y menos de 1.000 trabajadores.
La situación de la compañía es crítica. Garbarino acumula una deuda cercana a los $ 10.000 millones con un consorcio de bancos y las principales empresas fabricantes de electrónica y electrodomésticos. En junio del año pasado, la cadena de electrodomésticos pasó a manos de Rosales, titular del grupo asegurador Prof y tesorero del club San Lorenzo de Almagro.
El Estado sostuvo a los trabajadores de Garbarino y la empresa no da respuestas
Con gran parte de sus 105 locales cerrados y las demandas de sus trabajadores por la falta de pago de los salarios, la compañía admite que no puede hacer frente al pago a sus proveedores y la entrega de mercadería, con reclamos de los clientes que se multiplican en las redes sociales. Desde noviembre del año pasado que los empleados cobran a partir de la implementación del REPRO, y en total, la asistencia estatal casi llega a los casi 240 millones de pesos.
Desde hace meses, los cerca de 3.800 empleados de la empresa no están cobrando sus salarios. Esto incluye a los trabajadores de las seis unidades del grupo: Garbarino, Garbarino Viajes, la cadena Compumundo, la financiera Fiden y las plantas Tecnosur y Digital Fueguina, ubicadas en Tierra del Fuego.
En tanto, una gran parte de los 105 locales de la cadena de electrodomésticos permanecen cerrados o abiertos en forma irregular con un nivel de operación mínimo. Desde la empresa aseguran que la situación se agravó cuando las ventas cayeron entre 60% y 75%, con un desplome en el flujo de caja que colapsó en junio.
Según pudo saber El Destape, Rosales desechó varias propuestas para vender la empresa. Capitales extranjeros habrían ofertado sumas concretas para hacerse de la compañía, pero el empresario respondió pidiendo cifras mucho más altas que las recibidas.