El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ya anticipó que impondrá aranceles a Brasil, México, China y Canadá, entre otros países. Se trata de una medida que no es vista con buenos ojos por el sector comercial de Argentina, el cual, sin embargo, espera que el país evite este el mismo destino que aquellas otras naciones gracias al favoritismo político del flamante presidente estadounidense hacia Javier Milei.
En sus primeras 24 horas de su segundo mandato como jefe de Estado, Trump hizo gala de su postura proteccionista y antiglobalización al anunciar que impondrá aranceles del 25% a México y Canadá "probablemente" a partir del 1° de febrero, además de a la Unión Europea. Además, el presidente estadounidense anticipó que también apunta a reeditar la guerra comercial de su primera administración contra China, manteniendo aranceles del 10% a las importaciones desde el país asiático establecidas por él mismo, que Joe Biden nunca eliminó.
En verdad, se trata de una política que podría alcanzar a todos los BRICS, incluyendo a Brasil. Trump amenazó con imponer aranceles del 100% a este bloque de naciones agrupadas con el fin de generar una hegemonía alternativa a la de los países occidentales, especialmente en caso de que promuevan medidas para desdolarizar el comercio internacional.
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La postura del sector comercial sobre los aranceles de Trump
Este nuevo panorama es visto con cierta preocupación por el sector comex argentino nucleado en la Cámara de Comercio Internacional (ICC). Básicamente, porque implica un retroceso en la "institucionalidad" promovida por gobiernos estadounidenses más moderados, como el de Biden, en favor de la instalación de un favoritismo político, que se manifiesta precisamente a través de los aranceles.
"Para la Argentina, lo ideal es un mundo más institucionalizado, más abierto, y no con este tipo de ruidos, con obstáculos en frontera, por más que sean discriminativos", advirtió en ese sentido Marcelo Elizondo, integrante de la comisión directiva de la ICC, en diálogo con El Destape. Al respecto, el también secretario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), expresó que el sector apuesta a "reglas que tiendan a la integración de las cadenas de valor a nivel global, que es lo que hace a la economía más eficiente y lo que ha permitido el gran progreso de la economía internacional de los últimos años, y no una economía con obstáculos en frontera".
Sin embargo, la ICC apuesta a que el país, gracias a la cercanía de Trump con Milei, pueda evitar la imposición de los aranceles que sufrirán sus principales socios comerciales, China y Brasil, así como otras de las principales economías latinoamericanas como México. Es decir, que en este nuevo mundo "discriminativo" que promueve el gobierno republicano, Argentina quede del lado correcto.
"El mundo está avanzando hacia un modelo discriminativo, en el cual los países se van aliando entre amigos, entre naciones geopolíticamente cercanas, y se van distanciando, poniendo obstáculos entre adversarios", resumió Elizondo en contraste con aquel mundo "institucionalizado" que promueve la ICC idealmente. "Incluso, probablemente, utilice los aranceles como mecanismo para negociar posturas geopolíticas", agregó.
Si este fuera el caso, el rechazo de Milei a ingresar en los BRICS al comienzo de su gobierno, pese a que ya estuviera aprobada la membresía argentina, podría por fin darle al país algún beneficio concreto. Aunque difícilmente superior a la mayor fluidez comercial que el ingreso al bloque de economías emergentes hubiera podido garantizar con su decena de socios.
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