El equipo económico alcanzó finalmente un acuerdo de precios durante cuatro meses con un centenar de grandes cadenas alimenticias para incluir en el programa de Precios Justos un total de 1800 productos. Desde el Ministerio de Economía aclararon que no se trata de un congelamiento de precios sino de "un acuerdo voluntario entre el Estado, empresas de consumo masivo, cámaras mayoristas y supermercados". Ese acuerdo se logró a partir de la "zanahoria" de que puedan seguir accediendo al mercado de cambios al tipo de cambio oficial para importar insumos puntuales. De acuerdo con cifras recientes de la Secretaría de Agricultura, la importación de alimentos "puntuales", casi todos producidos en el país, acumuló en los primeros nueve meses del año la friolera de 7637 millones de dólares, casi todo lo que ingresó por el dólar sojero en septiembre.
En un país donde se produce la mayoría de los alimentos que se consumen a nivel local, sin contar los exportables que alcanzan a 400 millones de personas, casi diez veces toda la población argentina, la importación se mantuvo casi intacta. En algunos casos, con alzas exorbitantes respecto a igual período del 2021. Entre los principales productos comprados en el exterior se destacan las compras de enero a septiembre de carne bovina refrigerada, con un alza de 530 por ciento respecto de 2021, pescado congelado (245 por ciento), leche en polvo (585 por ciento), quesos (117 por ciento), manteca (274 por ciento), miel (634 por ciento), legumbres (194 por ciento), maní sin cáscara (162 por ciento), grasas y aceites de origen animal (277 por ciento), aceite de oliva (162 por ciento) y carne aviar (93 por ciento), entre otros.
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En el acuerdo de precios participarán alrededor de cien firmas, que representan el 86 por ciento del consumo masivo en el país y entre las que se destacan Molinos, Coca Cola, Unilever, Quilmes, Mastellone, AGD, Ledesma y Las Marías, entre otras. Si bien desde el sector empresario rechazaron en varias oportunidades un congelamientos de precios, convinieron hacerlo para poder acceder al dólar oficial para importar. Las empresas que ingresan al acuerdo de precios por cuatro meses tienen la duda de cómo va a cumplir el Gobierno el compromiso de garantizar el acceso al dólar oficial para poder importar, una de las promesas oficiales. Si bien el volumen de exportaciones en valores absolutos es mucho mayor, se vendieron 45.476 millones de dólares, crecieron en términos interanuales un 9 por ciento. Las importaciones avanzaron más del doble, 20,4 por ciento, a 7637 millones de dólares.
En la producción de alimentos, donde todavía existe una fuerte primarización de las ventas y producción, la importación de algunos insumos difundidos parece inevitable en el corto plazo. Sin embargo, las cifras relevadas por Agricultura evidencian importaciones con escaso o nulo procesamiento.
Los alimentos más importados
Más allá de la queja de las grandes empresas alimenticias, las importaciones nunca pararon, como dicen, para frenar el abastecimiento interno. No solo porque se produce más de lo que se consume en el mercado doméstico, sino porque incluso mantuvieron sus niveles de compras externas.
En carne aviar se importaron entre enero y septiembre de este año (medido en cantidades) 12.516 toneladas, un 90 por ciento por encima de un año atrás (6572 toneladas), sus congelados pasaron de 9770 toneladas (93 por ciento más), en preparaciones con este tipo de proteína animal, 2747 toneladas (83 por ciento), según el relevamiento de la cartera que conduce Juan José Bahillo. En cuanto a las importaciones, en valores FOB, éstas aumentaron 106,9 por ciento contra 2021; en parte también se explicó por la dinámica de precios internacionales (que aumentaron 48,8 por ciento), según datos del Centro de Estudios para la Producción CEP XXI.
Otros fuertes incrementos se exhibieron en carne vacuna y porcina. Según el Monitor de Importaciones Agroindustriales, en carne bovina refrigerada la importación se disparó en cantidades 530 por ciento, pasando de 30 toneladas en 2021 a 187 toneladas en los primeros nueve meses de este año. En carnes porcinas y derivados, los aumentos en volumen importados promediaron el 30 por ciento, con una media de compras de 40.000 toneladas hasta septiembre.
"Las importaciones registraron una nueva suba en valores (23,1 por ciento contra 2021) explicada en parte por las cantidades importadas (15,1 por ciento para igual periodo) pero incluyendo también el efecto de la suba del precio internacional. Este incremento de las importaciones fue menor al registrado en junio (fue de 26,9 por ciento) y en mayo (64,4 por ciento) debido a un cambio de régimen de las licencias automáticas para ciertos productos, entre los cuales se encontró la carne porcina", reconoce el informe del CEPXXI, que depende de la cartera de Desarrollo Productivo.
En lácteos y derivados los incrementos fueron también exorbitantes en términos interanuales. En leche en polvo se compraron al exterior 583 toneladas, un 585 por ciento por encima de igual período del año pasado (85 millones). En valores FOB implicó un desembolso de 2,8 millones de dólares, contra los 375 mil dólares de 2021. En quesos, el aumento en cantidades fue de 117 por ciento, explicado netamente en cantidades sin cambios en los precios de las cantidades adquiridas, pasando de 1766 toneladas a 3832 toneladas entre un año y otro. En caso de la manteca, el alza de las importaciones fue de 274 por ciento, de 83 toneladas en 2021 a 309 toneladas en los primeros nueve meses hasta septiembre último.
En rubros más variados las tendencias son mixtas aunque en muchos productos se mantienen incrementos de hasta tres dígitos en sus compras externas respecto de igual período del año pasado.
Hasta septiembre se importaron 3008 toneladas de pescado congelado, un 245 por ciento más que en los primeros nueve meses de igual período de 2021 (872 toneladas). En monto de divisas se pasó de 3 millones de dólares a 11,9 millones. En miel se pasó de comprar en el exterior 4 toneladas a 28 toneladas, con un incremento de 634 por ciento en cantidades. En legumbre de conserva, el aumento fue de 194 por ciento, de 150 toneladas a 442 toneladas en solo nueve meses de ambos años.
Pese a las denuncias de los pequeños productores por quedar fuera de los acuerdo de precios y los abusos en las cadenas de comercialización, la importación en hortalizas frescas aumentó 82 por ciento, de 785 toneladas a 1432 toneladas. Esto se exhibe a pesar de que las ramas mayoritarias del primer segmento de los productos alimenticios, frutas, legumbres y hortalizas frescas, productos para kioscos, bebidas no alcohólicas y bebidas alcohólicas, su producción en junio había marcado un nuevo máximo histórico, de acuerdo con Desarrollo Productivo.
Por último, en el segmento de bebidas hubo incrementos muy marcados en el cotejo entre ambos períodos. En la industria vitivinícola, en vinos y mosto se importó hasta septiembre 746 toneladas, un 120 por ciento más que un año atrás (339 toneladas). En bebidas sin alcohol se importaron 38.696 toneladas, un 78 por ciento más que en el lapso enero-septiembre de 2021 (21.788 toneladas), mientras que en cervezas se compraron al exterior 27.888 toneladas, 123 por ciento más que el año pasado (12.528 millones), de acuerdo con el relevamiento de Agricultura.
Pese a estos números, las grandes cadenas alimenticias sostienen que el mercado está cerrado para la importación, sin contar los insumos difundidos para, por ejemplo, su empaquetado. Entonces, presionan por un mayor acceso a la divisa para frenar la ola especulativa de precios y acordar una tregua de 120 días. Siempre hay condiciones para ir hacia un mercado racional.