En pleno viaje de Javier Milei a Estados Unidos, empieza a crecer la presión del sector comercial para lograr un tratado de libre comercio (TLC) con la administración de Donald Trump. Mientras que la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) salió a anunciar que hay "serias posibilidades" de que se concrete, expertos moderan las expectativas y señalan que no hay condiciones reales para que un TLC se lleve a cabo.
La intención de alcanzar un tratado de libre comercio con Estados Unidos es agitada por Milei desde el momento en el que Donald Trump ganó las elecciones. El 21 de enero, al asumir el republicano, afirmó incluso que Argentina dejaría el Mercosur si eso fuera necesario para lograrlo.
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El tema volvió a resonar en las últimas semanas cuando se confirmó que Trump establecería aranceles del 25% a China, Canadá y México, y amenazó con imponérselos a la Unión Europea. Además, introdujo aranceles del 10% al acero y aluminio para todos los países. Así, la firma de un TLC con la potencia norteamericana podría evitar que Argentina sufra las consecuencias de estas restricciones arancelarias.
Ahora, en medio del viaje de Milei a Washington, el sector comercial ligado a EEUU asegura que el Gobierno estaría cerca de lograrlo. "Nos confirman que Argentina, Uruguay y Ecuador en la región tienen serias posibilidades de acceder a un Tratado de Libre Comercio", aseguró la AmCham en un documento oficial.
En ese sentido, señalan que esta opción sería atractiva para Estados Unidos debido a que "Argentina es clave en minerales críticos y energía". La esperanza de AmCham aumenta porque, aparentemente, los plazos en los que podría aprobarse serían más rápidos que lo esperado inicialmente. "Un dato nuevo es que el Tratado de Libre Comercio con Corea del Sur duró 11 meses todo el proceso. Esto pone sobre la mesa cuan pronto Argentina podría tener un FTA (TLC)", dijo la cámara comercial en ese sentido.
Según pudo saber El Destape, el optimismo del sector viene dado por lo que se mencionó en las dos últimas charlas de la AACCLA, la asociación de cámaras de comercio estadounidense para América Latina y el Caribe, durante febrero, a la que asistieron diversos funcionarios de la administración Trump. La AACCLA, a su vez, depende de la US Chamber of Commerce, la organización de lobby (no gubernamental) encargada de fomentar el comercio exterior de Estados Unidos.
Fuentes del sector afirmaron a este medio que un TLC resultaría positivo para la relación comercial con Estados Unidos, pese al actual flujo comercial y a la vigencia del RIGI, porque podría "significar la apertura de mercados estratégicos para productos agroindustriales, facilitar el acceso a tecnologías avanzadas y mejorar las condiciones de financiamiento externo". Y agregaron que podría "generar una mayor variedad de modelos en el mercado automotriz y acercar su valor al de los producidos en el Mercosur", aunque reconocieron que sería "crucial proteger a los sectores productivos locales que pueden verse impactados negativamente por una competencia desigual, especialmente las pequeñas y medianas empresas".
¿Es posible un TLC con Estados Unidos?
Pese a este renovado optimismo de la AmCham, que casualmente surge en medio del viaje presidencial a Washington, expertos entienden que es difícil que se apruebe un TLC entre Estados Unidos y Argentina a corto plazo. En ese sentido, más de una voz desestima la perspectiva de la US Chamber of Commerce señalando que se trata, simplemente, del lobby lógico del sector.
"No veo condiciones objetivas", afirmó Jorge Argüello, exembajador argentino en EEUU, en diálogo con El Destape. Al respecto, explicó que "ambas economías son competitivas entre sí, y que, incluso hoy sin TLC, Argentina "está en condiciones es exportar minerales críticos como litio" al país norteamericano. "Un TLC no garantiza más inversiones porque Estados Unidos ya es el principal inversor. Sobre todo en las actuales condiciones con el RIGI", resumió.
Más allá de los dichos de Milei, Argüello entiende que tener que deshacer el Mercosur para acceder a la firma del tratado de libre comercio implica un enorme desaliento, por el costo que tendría respecto al comercio con Brasil.
Incluso en el sector comercial admiten que el Mercosur puede ser un obstáculo para imitar el plazo de solo 11 meses que tardó Corea del Sur en firmar su propio TLC con Washington. "No se puede firmar en ese plazo. Debería pasar por el Congreso de Estados Unidos. Corea del Sur puede haber tenido consideraciones estratégicas, pero Perú o Chile, que también firmaron sus propios TLC, estuvieron años", mencionaron.