Con el cambio de presidencia temporal en el Mercosur, Brasil reveló el cronograma de reducción de aranceles que forma parte del acuerdo de asociación estratégica con la Unión Europea (UE), firmado en julio de 2019, y que supondrá la desaparición gradual de barreras a la importación de bienes del viejo continente. El Gobierno, de la mano del canciller Felipe Solá, trabaja en mejorar las condiciones que resultaron perjudiciales y que dejaron a nuestro país en desventaja frente a Uruguay y Brasil.
El canciller uruguayo, Francisco Bustillo, había asegurado que el anuncio sobre el cierre de un acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, que se difundió en junio de 2019, respondió, al menos en parte, a que el gobierno de Mauricio Macri necesitaba mostrar un logro previo a las elecciones de Argentina. Lo cierto es que las naciones que integran la UE y la propia Argentina consideran que ese entendimiento se dio "a las apuradas" y puede ser perjudicial bajo los preceptos originales.
Cabe remarcar que Argentina no hizo reservas excluyentes en ningún sector, mientras Uruguay se reservó el derecho de mantener monopolios en el sector petrolífero y Brasil se guardó el derecho de aplicar monopolios de importación y exportación en el sector del petróleo y gas, y la minería para uso nuclear.
El acuerdo entre el Mercosur y la UE supondrá la eliminación del 72% de los aranceles de importación que hoy en día pesan sobre la producción europea, en un cronograma de desgravación tarifaria que comenzará, para algunos sectores, cuando se ratifique el tratado, y se ampliará con reducción de las cargas impositivas en cuatro, ocho, 10 o 15 años.
Según difundió el portal El Cronista, las concesiones que ofreció Argentina durante el gobierno de Macri incluyen: que el Gobierno deberá abrir una cuota de importación de 15,500 vehículos europeos con un arancel del 50% más bajo al actual, es decir, del 17.5%, cuando se ponga en marcha el acuerdo, para luego ir avanzando a una eliminación gradual de los tributos hasta llegar al 15% en unidades terminadas. Del mismo modo, muchos de las autopartes gravadas con el 35% o 20% se unificarán en gravámenes del 10%.
Otros bienes industriales que hoy en día tributan la tarifa más alta, del 35%, se verán sensiblemente reducidos a la hora de ser importados. A modo de ejemplo, los neumáticos para todo tipo de rodados, pasarán a pagar un arancel del 10%o. Buena parte de la indumentaria y sus insumos, que pagan entre 35% y 26%, pasarán a pagar 8%; el calzado, con aranceles de 35% o 20%, pasará a 10%. En sentido contrario a estos sectores sensibles, sobre los que habrá más competencia, la industria del cuero y la marroquinería quedó protegida, con tarifas que incluso serán más altas que las actualmente vigentes.
Según pudo saber El Destape, Argentina aprovecha y negocia en paralelo la reformulación de acuerdo: pretende sumar apoyo por la petición de soberanía sobre las Islas Malvinas. Desde lo técnico, apunta a modificar el concepto denominación de origen para incrementar las exportaciones. Por ejemplo, si un producto local tiene, por casualidad, el mismo nombre que un artículo comercializado en otro país, inmediatamente queda inhabilitado a ser exportado a ese país en cuestión.
Argentina facilitará desde la entrada en vigor del acuerdo y por los primeros cinco años la participación de empresas europeas en contratos estatales, pero con reparos de importancia con el fin de mejorar el flujo exportador.