El desabastecimiento de combustibles que sufre el país desde la semana pasada llevó a postergar el debate por el nuevo acuerdo de precios entre el Gobierno y las empresas petroleras, a un día de que venza el acuerdo actual fijado a mediados de agosto.
Tras la devaluación del 22% realizada el día posterior a las PASO, el Ministerio de Economía, Sergio Massa, cerró un acuerdo de precios con las empresas productoras de petróleo que implicó una suba inmediata del 12,5% y un congelamiento por dos meses y medio, con vencimiento este martes 31 de octubre. El trato fue respetado incluso con la suba de un 3% del precio del combustible en octubre, autorizado oficialmente.
El problema llegó con el desabastecimiento, que comenzó a sufrirse durante la última semana en diferentes lugares del país. Tanto el Gobierno como las petroleras (YPF, Axion, PAE y Trafigura) apuntaron a los mismos factores: alta demanda por el fin de semana largo del 12 de octubre, paradas técnicas en refinerías y "movimientos inusuales" en los días previos al 22 de octubre especulando con un posible aumento de precios a raíz del resultado electoral.
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Pero las coincidencias se terminaron durante el fin de semana. El domingo, el ministro y candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, elevó el tono y apuntó directamente contra las petroleras al acusarlas de especulación.
"En algún momento, hubo algunos que especularon que según el resultado electoral iba a haber una devaluación, entonces por ahí guardaron. Después hubo algunos otros que especularon con que vencía el acuerdo de descongelamiento, y se hablaba del 20 por ciento de aumento, de 40 por ciento de aumento", afirmó durante un acto en Tucumán. Al mismo tiempo, advirtió que "si el martes a las 12 de la noche no está resuelto el abastecimiento de combustibles, desde el miércoles no van a poder sacar un barco de exportación”.
En este marco, diversas fuentes del sector empresarial petrolero estimaron, en diálogo con El Destape, que lo más probable es que las negociaciones por el nuevo acuerdo de precios, que debería regir a partir del miércoles, sean pospuestas hasta tanto no sea resuelta la cuestión del desabastecimiento. De todos modos, las empresas del rubro reconocen así, tácitamente, que tampoco apuntan a un aumento unilateral de precios, necesitados del incentivo oficial a resolver la situación actual.
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Por lo pronto, la Secretaría de Energía convocó a una nueva reunión con las petroleras para este lunes al mediodía. Desde el mercado asumen que girará en torno a que el equipo económico sea puesto al tanto de cómo evoluciona el reabaestecimiento de las estaciones de servicio a su nivel normal y que la discusión sobre los precios estará recién "en un segundo lugar".
Básicamente, retomar la discusión del acuerdo de precios en las actuales condiciones de falta de stock en las estaciones de servicio sería convalidar la "especulación" que Massa denunció ayer. El ministro, incluso, recibió el apoyo de los petroleros patagónicos, quienes anunciaron un paro para el miércoles por la "operación de los grupos económicos".
La situación se presta para la denuncia del ministro y candidato. A inicios de octubre, el Gobierno puso en marcha el "dólar Vaca Muerta", el cual otorga al sector petrolero el mismo beneficio que ya regía para el dólar agro, es decir, la posibilidad de exportar en un 75% al dólar oficial y en un 25% al dólar contado con liquidación (CCL), equivalente a un dólar final de aproximadamente 500 pesos.
Al contrario, el precio local de los combustibles es el más bajo de la región, algo que se comprueba cotidianamente en los camioneros y usuarios de países limítrofes que se acercan a cargar combustible a las ciudades fronterizas.
Las petroleras, por su parte, utilizan otro argumento además de los enumerados previamente. Según señalan, los problemas de desabastecimiento tienen que ver también con la dificultad en el acceso a divisas para importar lo que no pueden producir localmente. Un punto que el Gobierno estima solucionar con la importación de diez barcos de combustible extras, tal como anunció el viernes.
En cualquier caso, la ecuación es sencilla. Por un lado, dificultad para importar al dólar mayorista y venta a bajo precio en el mercado local ante denuncias del atraso en los valores de venta por parte del sector. Por el otro, un valor relativamente alto de exportación gracias al "dólar Vaca Muerta", que incentiva a vender la producción en el extranjero. Por eso la especulación denunciada por Massa y la prohibición de continuar exportando mientras haya desabastecimiento en la plaza local.
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