Con pocas esperanzas de encontrar una solución, y ante la prescindencia de la Secretaría de Transporte, las empresas de colectivos del AMBA y la Unión Tranviarios Automotor (UTA) se encontrarán este lunes en la Secretaría de Trabajo para intentar destrabar el conflicto salarial, por el cual el sindicato ya amenazó con realizar una nueva medida de fuerza.
El jueves venció el último día hábil que tenían las empresas transportistas para pagar los salarios de noviembre en tiempo y forma. A fines de octubre, las cámaras y el sindicato habían firmado la paritaria para lo que queda del año, con el compromiso de pagar un salario básico de 1.140.000 pesos desde noviembre, 1.160.000 desde diciembre y 1.200.000 desde enero.
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Sin embargo, esto quedó sujeto a que la Secretaría de Transporte realice una nueva estructura de costos, que reconozca a las empresas la necesidad de aumentar sus gastos. Luego de firmada la paritaria, esta dependencia del Ministerio de Economía ratificó que no había plata para otorgar un incremento de los subsidios ni voluntad de conceder una suba en el boleto, por lo que las empresas advirtieron que no estaban en condiciones de abonar los sueldos de noviembre con el aumento acordado.
"La estructura de costos vigente que determina subsidios (70% de los ingresos de las empresas) fue publicada en el mes de septiembre (25/9/24), usando precios de insumos de julio, por lo que existe un desfasaje entre los costos imputados y los precios de mercado, máxime cuando la inflación registrada para el período fue del 15,5%", señalaron desde las cámaras para justificar la imposibilidad de abonar la paritaria acordada.
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En ese sentido, explicaron que firmaron el acuerdo salarial, pese a no haber fondos "para evitar un conflicto gremial" (por el paro anunciado para el 31 de octubre) y porque "existía un compromiso de las autoridades en actualizar la estructura de costos".
La situación, en verdad, es mixta. Parte de las empresas transportistas pudieron depositar los salarios con el aumento acordado, aunque las cámaras advierten que para eso debieron pedir créditos o tendrán que reducir el servicio. Como sea, agregan que se trata de una solución "insostenible en el tiempo".
La audiencia de este lunes 9 de diciembre entre la UTA y las cámaras del transporte
Ante este panorama en el que una solución definitiva brilla por su ausencia, la UTA anticipó la posibilidad de realizar una nueva medida de fuerza para este viernes, que finalmente no se concretó.
Pero, atendiendo a la conflictividad creciente, la Secretaría de Trabajo resolvió llamar a las partes a una audiencia virtual para este próximo lunes, según confirmaron a El Destape desde la dependencia que dirige Julio Cordero.
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De todos modos, de esta manera solo se ganaría tiempo, ya que los diferentes actores involucrados no esperan que el escenario se modifique en los próximos días. Fuentes de las cámaras transportistas señalaron que, de cara a la audiencia, la situación "no cambia nada".
En paralelo, desde la Secretaría de Transporte ratificaron a este medio que "no hay aumentos previstos" en la tarifa ni en los subsidios porque "eso se traslada a inflación o aumento de precios para la gente". "Las empresas quieren cobrar más y (piden) eso para presionar al Gobierno", acusaron. De esta forma, también descartaron que el aumento del saldo negativo en la tarjeta SUBE, que se anunció este viernes, sea un guiño o anticipo de una próxima suba del boleto.
Esto no implica, ni mucho menos, que el paro de la UTA esté virtualmente confirmado. Como suele ocurrir, el sindicato utiliza esa posibilidad como prenda de negociación, pero finalmente suele prevalecer en él una postura dialoguista. De hecho, fue el primero en ausentarse de las reuniones de los gremios de la Mesa Nacional del Transporte cuando en este espacio buscaba construir un paro para fines de octubre. Por ahora, la UTA parece privilegiar la paciencia.