Más de 600 asociaciones, universidades y cooperativas rubros como servicios, sanidad y proyectos productivos, culturales y gastronómicos participaron hoy del segundo taller virtual para difundir y crear proyectos de financiamiento a través de la emisión de bonos sociales, una iniciativa creada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La actividad fue convocada por el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes) y contó con la coordinación de la directora de la CNV, Mónica Erpen, y la participación de las ONG Techo y Sumatoria, actores que protagonizaron en 2021 las primeras emisiones de bonos sociales orientadas a la economía socioproductiva.
En las exposiciones se repasaron los aspectos centrales a considerar para acceder a un financiamiento en el mercado de capitales.
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Estamos tratando entre todos, sector público y privado, de consolidar un mercado de bonos sociales, para que quede institucionalizado claramente como una hoja de ruta, ante la enorme necesidad de financiamiento en la economía social y popular, dijo Erpen.
Lo que hace falta para escalar el volumen de bonos de este tipo, aseguró Erpen, es la constitución de un fondo de garantía y compensación de tasas, que haga más atractiva la participación de instituciones y el sector privado general en la adquisición de fondos de este tipo.
"Estamos trabajando en eso con distintos actores del Gobierno y del sector privado, añadió la directora de la CNV durante el taller, al que también asistieron el subsecretario de Servicios Financieros de la Nación, Leandro Toriano, y el presidente del Inaes, Alexandre Roig.
"La participación enorme (en este taller) es otro indicio de la necesidad de financiamiento para los proyectos productivos con impacto social, aseguró Roig.
Por su parte, el director de Gestión e Información de la ONG Techo, Eric Jaloff, habló de la experiencia que tuvo la organización el año pasado, cuando accedió a un financiamiento por 18 millones para crear una planta de construcción de viviendas.
Hay interés de los inversores institucionales en invertir en bonos sociales, anímense, instó a los presentes, en alusión al paradigma internacional de las finanzas encaminado hacia lo sostenible.
El encuentro es el puntapié para la identificación de nuevos casos y abre una nueva mesa de trabajo para la articulación de actores y revisión de dificultades, con el objetivo de llevar recursos del mercado de capitales hacia actividades con impacto social.
Con el mismo objetivo se realizó en diciembre último un taller cerrado para las entidades de microcrédito asociadas a la Red Argentina de Instituciones de Microcrédito (Radim) con 70 inscriptos, de los cuales 11 trabajan en una mesa para replicar la emisión exitosa de Sumatoria, ONG que en octubre de 2021 colocó 30 millones de pesos en Obligaciones Negociables Garantizadas, cuyos fondos son destinados a organizaciones sociales que, entre otros fines, brindan inclusión financiera a personas sin acceso al crédito, apoyan al trabajo de personas con discapacidad, apoyan la mejora de las viviendas en barrios populares, o proyectos de economía circular y reciclado.
Con información de Télam