El maíz lideró las subas en el mercado de Chicago, con un salto de US$ 17,22 (7,95%) respecto al cierre de ayer para finalizar a US$ 233,65 la tonelada el contrato de julio, que se encuentra próximo a vencer, mientras que las alzas en las posiciones más alejadas fueron más moderadas, por encima de 3%, tras las bajas de ayer.
"Luego de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) publicara ayer estimaciones de la producción de maíz en ese país muy superior a la esperada por los mercados, los comerciantes consideraron que los cultivos en ese país todavía enfrentan semanas de riesgo climático", indicó la Bolsa de Comercio de Rosario.
En este sentido, la entidad remarcó que "los informes del USDA generalmente no tienen efectos duraderos, lo que sugiere que el mercado cambiará su enfoque hacia las condiciones climáticas y el progreso de la cosecha".
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Por su parte, el contrato de julio de la soja subió US$ 10,84 (1,98%) hasta los US$ 557,77 la tonelada, a la vez que el de agosto lo hizo por US$ 14,88 (2,80%) para posicionarse en US$ 545,55 la tonelada.
Los fundamentos de la suba radicaron en una "modesta" recomposición del balance hídrico de los suelos en el cinturón sojero/maicero de Estados Unidos.
Al respecto, tras la actualización del mapa que monitorea la sequía en Estados Unidos, "el USDA redujo hoy del 60% a 57% la superficie cubierta con soja que experimenta algún nivel de sequía, una proporción bastante superior al 25% de igual momento de 2022", puntualizaron desde la corredora Granar.
Asimismo, el buen dato de inflación de junio en el país norteamericano y la posibilidad que el ajuste de la tasa de interés por parte de la Fed sea la última, impulsaron los precios.
Sus subproductos la mejora del poroto, con una suba del aceite US$ 21,83 (1,44%) hasta los US$ 1.535,94 la tonelada, mientras que la harina avanzó US$ 10,47 (2,25%) para posicionarse en US$ 474,98 la tonelada.
Por último, el trigo cerró con un alza de US$ 2,30 (1%) y se posicionó en US$ 230,57 la tonelada, producto de la falta de humedad en zonas agrícolas de Canadá y el déficit hídrico en las regiones de Estados Unidos que producen trigos de primavera.
Con información de Télam