La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectó que la economía mundial crecerá 3,3% en 2022, un punto porcentual menos que en las primeras estimaciones, mientras que el nivel de la actividad en la región tendrá una mejora de 2,1%, debido a las secuelas relacionadas con el conflicto bélico que enfrentan a Rusia y Ucrania.
Las previsiones fueron brindadas este mediodía, en una conferencia de prensa, en la que el secretario Ejecutivo del organismo que depende de Naciones Unidas, Mario Cimoli, presentó un nuevo informe que analiza los impactos socioeconómicos de la guerra en Ucrania.
El menor crecimiento global se debe al deterioro de la dinámica del PBI de los principales socios comerciales de la región (Estados Unidos, China y la Unión Europea), lo que implica un deterioro en su demanda externa.
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El impacto del alza de los precios va a ser dramático en la región y el tema de la seguridad alimentaria es fundamental para nosotros, en estos temas no nos podemos quedar cortos, advirtió Cimoli.
La inflación a nivel regional en 2021 fue de 6,6%, el mayor porcentaje desde octubre de 2008 cuando la tasa llegó al 6,6% por la crisis financiera mundial.
De esta forma, el alza de los precios de alimentos, transporte (combustibles) y vivienda (electricidad, gas y agua) es generada por el impacto externo de la guerra en un contexto de alta volatilidad del tipo de cambio (fortalecimiento del dólar), subrayó el informe.
También remarcó la importancia de entender a la inflación como un proceso multicausal y de acumulación que viene de hace tiempo y no de forma independiente.
Por otra parte, el conflicto provocó sobre la región alzas en los precios de la energía, la minería y los alimentos, que impactó sobre los países exportadores como consecuencia a la posición relevante de la Federación de Rusia y Ucrania en el comercio mundial y en la producción de algunos insumos como fertilizantes.
Hay que anticipar lo que viene en materia de alimentos, de precios, y pensar en una regionalización, hay que trabajar mucho el tema de abastecimiento en recursos naturales y energía, indicó Cimoli.
En esa línea, remarcó la importancia de entender que las estructuras sociales y económicas de los países de la región son distintas y como unos países se pueden ver más impactados que otros por los efectos de la guerra.
Un elemento en común que tendrán los países de la región será que deberán enfrentar un contexto de incertidumbre, en el que se verá afectada la inversión en un contexto regional de crecimiento económico pospandemia que se agotó, según se informó.
Asimismo, otro elemento a considerar será el aumento de tasas de interés de las economías avanzadas para amortiguar el alza de los precios y cómo esto impactará de forma significativa en el tipo de cambio en las economías de la región.
"La idea es intervenir lo más rápido posible para que no nos impacte tanto, y entender que estamos como un poco entrampados ", sostuvo, al respecto, Cimoli.
El informe destacó la importancia de continuar con los subsidios a la energía y los alimentos, y consolidar las transferencias y las protecciones a los sectores más vulnerables de la población para evitar el impacto inflacionario en el ingreso y el bienestar de estos sectores y un mayor deterioro del consumo privado.
Por el lado de la pobreza extrema en la región, se estima que los valores se elevaran en 2022 a niveles de 14,5% (0,7 puntos porcentuales por encima de 2021).
Con información de Télam