(por Marcelo Bátiz, enviado especial) La agenda económica de la primera jornada de la sexagésima Cumbre del Mercosur estuvo dominada por el consenso alcanzado por los países miembros para rebajar el Arancel Externo Común (AEC) y por el anuncio de la firma de un acuerdo "de última generación" con Singapur.
A esto se sumó la decisión del bloque de afrontar "el desafío de la inflación" y apuntar a "reducción paulatina del déficit fiscal".
Las decisiones formaron parte de las deliberaciones del Consejo del Mercado Común (CMC), integrado por los cancilleres de los países miembro, y del Grupo de Monitoreo Macroeconómico (GMM), en el que también participan funcionarios de los Ministerios de Economía y de bancos centrales.
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No obstante, el tema que despertó mayor polémica estuvo fuera de agenda, aunque no por ello fue inesperado, y se centró en las diferencias existentes entre Uruguay y el resto de los países del bloque acerca de la iniciativa del presidente Luis Lacalle Pou de iniciar negociaciones de manera individual para arribar a un acuerdo comercial con China.
El anuncio de la reducción del 10% en el AEC, en línea con el nivel que fijó Brasil en forma unilateral en mayo pasado, fue formulado por el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de la Cancillería paraguaya, Raúl Cano Ricciardi, en una conferencia de prensa en la sede de la Conmebol, en la ciudad de Luque, en la que aclaró que la medida "respeta las sensibilidades de todos los estados partes", en referencia a las listas de excepciones de algunos bienes y servicios.
En la reunión del Consejo del Mercado Común (CMC), los cancilleres definieron que las posiciones con arancel del 2% pasan a 0%, y que las que tienen arancel de entre 4 y 14% se reducen un 10%.
A modo de ejemplo, se explicó que una posición con una alícuota de 4% de arancel pasará a ser de 3,6%.
Este universo está compuesto, en su gran mayoría, por materias primas e insumos que en general no son producidos en la Argentina, por lo que se espera que la medida "pueda contribuir a la mejora de la competitividad de determinados productos finales", dijeron fuentes de la Cancillería.
Los Estados partes también podrán reducir un 10% los aranceles que actualmente están entre 16% y 35%, si bien la Argentina no realizará reducciones sobre este universo.
A propuesta de la Argentina, sobre este último universo quedarán excluidos de la reducción para todos los socios los sectores automotor, tejidos, confecciones, calzados, juguetes, lácteos y duraznos enlatados.
Asimismo, se mantendrán en los regímenes especiales de importación (admisión temporaria, draw back, listas de excepciones, bienes de capital (BK), bienes de informática y tecnología (BIT), entre los más relevantes.
Desde el Palacio San Martín se enfatizó que "el acuerdo alcanzado preserva el interés argentino" al no incluir los sectores de las listas de excepción mencionados.
Por otra parte, el acuerdo con Singapur, "el primero con un país del sudeste asiático" también fue anunciado por Cano Ricciardi junto al ministro de Comercio e Industria de Singapur, Gan Kim Yong.
El diplomático paraguayo explicó que el acuerdo es "de última generación" porque "trasciende lo comercial" y abarca "otras disciplinas" como comercio y género, obras públicas, solución de controversias, cooperación técnica, capacitación para micro, pequeñas y medianas empresas, entre otros aspectos.
Cano Ricciardi y Yong señalaron que el acuerdo evidencia el fuerte compromiso del Mercosur y Singapur de profundizar el relacionamiento comercial recíproco, expandir las oportunidades para las empresas y contribuir al bienestar de sus ciudadanos, indicó el bloque en una declaración al término de la reunión del CMC, en la que participó el canciller Santiago Cafiero por el lado argentino.
"A partir de ahora las partes iniciarán el proceso de revisión legal del Acuerdo con miras a su pronta suscripción y entrada en vigor", añadió el funcionario guaraní.
En la primera reunión del día, el GMM y Bolivia como Estado asociado debatieron sobre el "desafío de la inflación", la "efectividad de las políticas monetarias" y "la reducción paulatina del déficit fiscal".
La representación argentina en el GMM participó de manera virtual a través de contactos desde Buenos Aires del presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y de la secretaria de Política Económica, Karina Angeletti, a los que se sumó de manera presencial la secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco.
En ese marco, el viceministro de Economía de Paraguay, Iván Haas, presentó la propuesta de avanzar en la coordinación de las políticas fiscales y macroeconómicas de los países del bloque regional, una tarea que había quedado relegada con la irrupción de la pandemia de Covid-19.
"Ese es el tema central de la agenda del GMM para el segundo semestre", durante la Presidencia Pro-Tempore de Uruguay, señaló Haas a Télam.
El funcionario admitió que "cada país tiene sus situaciones particulares" en cuanto a los niveles de inflación y déficit fiscal, pero remarcó que el incremento de ambas variables se dio "de manera global", al punto que por primera vez en el siglo XXI los cuatro países tienen tasas interanuales de dos dígitos, con la excepción de Uruguay por menos de medio punto porcentual.
Con información de Télam